Por @Wicho — 17 de febrero de 2011

X-Class Flare - NASA / Goddard / SDO AIA Team

La imagen astronómica del día nos llega hoy por cortesía del Solar Dynamics Observatory, que desde su lanzamiento hace ahora un año viene sorprendiéndonos con las espectaculares imágenes del Sol que envía.

En esta, bautizada como X-Class Flare, se puede ver la erupción solar del pasado día 14 que mencionábamos hace un par de días.

Se trata de una erupción de clase X, a la que pertenecen las más potentes, pero aún a pesar de que se trata sólo de una X2,2, aún lejos de las X9 que indican las más potentes, ha sido suficiente para saturar momentáneamente los sensores de la SDO, de ahí la línea vertical blanca.

Las erupciones solares entran en las categorías A, B, C, M y X dependiendo del máximo del flujo de rayos X en la longitud de onda de 100 a 800 picómetros, medidos en vatios por metro cuadrado, captados por los satélites GOES en las proximidades de la Tierra.

Cada categoría tiene un pico máximo diez veces mayor que la anterior, mientras que dentro de cada una se usa una escala lineal para las mediciones. Así, una X2 es el doble de potente que una X1, mientras que es cuatro veces más potente que una M8.

La más potente de la que tenemos mediciones ocurrió el 4 de noviembre de 2003, siendo clasificada el principio como una X28, pero más tarde actualizada a X45.

Las de categoría M y X pueden causar efectos perceptibles en la Tierra y en el espacio que la rodea, como son las auroras, que se verán en latitudes tanto más bajas cuanto más potente sea el efecto de la erupción solar, problemas en las comunicaciones por radio, y fallos intermitentes o definitivos en la electrónica de los satélites artificiales y naves espaciales.

Las más fuertes pueden tener efectos espectaculares, como por ejemplo la tormenta solar de 1859, la más potente de la que tenemos constancia, que provocó auroras visibles hasta en el Caribe y cortocircuitos en las instalaciones telegráficas, que llegaron incluso a incendiarse o a transmitir señales aún cuando habían sido desconectadas de sus fuentes de alimentación.

Más recientemente, en diciembre de 2005 el sistema GPS se vio afectado durante unos 10 minutos por los efectos de una erupción que además dañó el instrumento a bordo del satélite GOES-13 que captó esta imagen… Y eso que fue bastante menos potente que la de 1859.

Erupción solar de diciembre de 2005
Erupción solar de diciembre de 2005. Original y más fotos en A Super Solar Flare

Un peligro añadido de las erupciones solares es que las más potentes pueden venir acompañadas por eyecciones de masa coronal del Sol, aunque no está demostrado que unas provoquen las otras. Estas consisten de plasma formado básicamente por electrones y protones, y suponen un grave peligro de irradiación para los astronautas que estén en órbita si la eyección viene hacia la Tierra, que es cuando se produce una tormenta geomagnética.

Es el caso de la erupción con la que empieza esta anotación, la más fuerte desde 2006, que viene acompañada de una eyección de masa coronal, aunque de todos modos, dada su relativamente baja potencia dentro de la categoría X, no se espera que tenga efectos más allá de generar auroras.

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