Por @Wicho — 18 de diciembre de 2014

La Venus Express en la atmósfera de Venus
Impresión artística de la Venus Express en la atmósfera de Venus - ESA

Desde finales de noviembre la Agencia Espacial Europea está teniendo enormes dificultades a la hora de comunicarse con la sonda Venus Express, probablemente porque esta haya agotado ya su combustible y no sea capaz de mantenerse la orientación correcta para hablar con el control de la misión.

Por eso, tal y como se puede leer en Venus Express se sume lentamente en la oscuridad, la ESA ha decidido poner fin a la misión.

Lanzada en noviembre de 2005, la Venus Express lleva en órbita alrededor de Venus desde abril de 2006, y su misión, que en principio estaba programada para durar 500 días, ha ido recibiendo sucesivas extensiones dado que la sonda seguía funcionando correctamente, por lo que no cabe sino considerarla un éxito total, en especial teniendo en cuenta que fue una misión montada en muy poco tiempo usando un diseño similar al de la Mars Express y algunas piezas de repuesto que no fueron necesarias para Rosetta.

Los siete instrumentos que llevaba le han permitido obtener imágenes del planeta en distintas longitudes de onda, medir la interacción de su atmósfera con el viento solar, medir su campo magnético y sus cambios debidos al citado viento solar, y estudiar la composición de su atmósfera y de su superficie.

Venus visto por la Venus Express
Visiting Venus: Venus visto por la Venus Express - ESA

Algunas de las cosas más destacables que ha descubierto la Venus Express son la existencia de vulcanismo activo en Venus, que el planeta gira ahora más lento que cuando lo visitó la sonda Magallanes de la NASA entre 1990 y 1994, pues ahora los días duran allí hasta 6 minutos y medio más, o que hay una capa extremadamente fría en la de otra forma enormemente cálida atmósfera venusiana, en concreto una capa a –175 grados a unos 125 kilómetros.

Este pasado verano, terminada ya la fase principal de ciencia de la misión, la Agencia Espacial Europea programó la Venus Express para ir bajando cada vez más en la atmósfera venusiana, hasta alturas de unos 130 kilómetros cuando la altura mínima de su órbita habitual era de 200 kilómetros, con el objetivo de recabar aún más datos.

Tarde o temprano la órbita de la Venus Express terminará por decaer y se desintegrarán en la densa atmósfera del planeta sobre el que ha trabajado todos estos años, aunque deja atrás el legado de todos los datos recogidos, que seguro que seguirán deparando resultados durante algunos años más.

Venus interesa especialmente a los científicos porque aunque se cree que cuando el Sistema Solar se estaba formado se parecía mucho a la Tierra en la actualidad se parecen más bien poco, ya que la temperatura de su superficie es de unos 467 grados centígrados, mayor incluso que la de Mercurio, y la presión atmosférica en su superficie es de unas 90 atmósferas.

La pregunta del millón es por qué hay ahora esa diferencia y si esta puede estar relacionada con el efecto invernadero, un efecto que nuestro propio planeta está sufriendo.

(Alguna información adicional vía Spaceflight101).

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