Por @Wicho — 24 de mayo de 2010

Las células «artificiales» de VenterNo soy biólogo, pero el anuncio de la semana pasada de que un equipo de investigadores estadounidenses había creado vida sintética capaz de reproducirse por si misma, tal y como titula Wired en Scientists Create First Self-Replicating Synthetic Life me pareció cuando menos sospechoso, en especial teniendo en cuenta la cantidad de dinero que este tipo de investigaciones puede llegar a mover si algún día se produce un organismo patentable capaz, digamos, de metabolizar el petróleo vertido en una marea negra y convertirlo en productos químicos inocuos.

Así que le pregunté a mi biólogo de guardia, quien me confirmó que en efecto a él también le parecía bastante exagerado afirmar que se hubiera creado vida artificial; de hecho le parece exagerado decir que se ha creado vida.

Lo que ha hecho el equipo de Craig Venter, y no es que tenga poco mérito, es recrear en el laboratorio el ADN de una célula previamente secuenciado e inyectarlo en otra célula de tal forma que la célula receptora se convirtió a todos los efectos en otra.

Lo que es novedoso en este caso es la primera parte del experimento, ya que salvo error u omisión por mi parte es la primera vez que se logra tal cosa, mientras que lo de inyectar el material genético de una célula en otra ya es una técnica que, sin ser sencilla ni rutinaria, ya se ha venido utilizando en otros trabajos e investigaciones, como por ejemplo para eliminar enfermedades de origen genético o recuperar especies animales desaparecidas.

Para entendernos, es como si mediante ingeniería inversa un fabricante de radios analiza todos los componentes de una radio de marca Sony, los recrea en un laboratorio a partir de las piezas correspondientes, y los instala en el chasis de una radio Philips. A todos los efectos la radio Philips dejará de ser tal y funcionará como una radio Sony, pero difícilmente se puede decir que mediante este proceso se ha creado una radio.

Y en el caso de los seres vivos y su genoma el proceso es infinitamente más complicado, porque aunque seamos capaces de secuenciar su ADN, estamos muy lejos de entenderlo y de saber lo que hace y de ser capaces de crear uno que sea capaz de regular el metabolismo de un ser vivo, que es lo que mi biólogo y yo entenderíamos por crear vida.

Todo esto está también muy bien explicado en La vida artificial está aún por nacer, un artículo encarecidamente recomendado por mi biólogo.

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