Por Nacho Palou — 8 de noviembre de 2017

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Esta cosa es la “concepción artística” de una enana marrón, un objeto que tiene más masa y es más caliente que los planetas más grandes y más calientes, pero cuya masa a la vez es insuficiente para hacer que se “encienda” como una estrella. Imagen: NASA / JPL

Si Plutón resulta demasiado pequeño para considerarse un planeta —en 2006 fue degradado a la categoría de “planeta enano”— al exoplaneta OGLE-2016-BLG-1190Lb le sucede justo lo contrario: es tan masivo que los científicos sospechan que no se trata realmente de un planeta.

OGLE-2016-BLG-1190Lb tiene 13,4 veces la masa de Júpiter, lo que lo sitúa justo por encima del límite inferior establecido para distinguir por masa a un planeta de una estrella fallida, una enana marrón. Actualmente se considera que ese límite en la masa se sitúa en algún punto entre las 12 y las 80 masas de Júpiter; a partir de ahí la masa es lo suficientemente grande como para que se inicie el proceso de fusión nuclear que la “enciende” como estrella.

De modo que OGLE-2016-BLG-1190Lb tiene masa suficiente para emitir calor pero no tiene masa suficiente para iniciar la reacción nuclear de fusión que sí mantienen de manera continua estrellas como el Sol, a pesar de contener tal vez los mismos ingredientes. Las enanas marrones están un poco en tierra de nadie: no son del todo planetas, pero tampoco son estrellas.

Por tanto los investigadores tendrían que resolver si OGLE-2016-BLG-1190Lb es un planeta grande de narices o una estrella enana en función de otras consideraciones porque “definir un planeta sólo en función de su masa resulta inexacto”, escriben Fernando Bartolo et al en Astrobiología: Un puente entre el Big Bang y la vida. “Si definimos un elefante como un objeto gris que pesa varias toneladas tendremos un problema con los tanques (...) hay objetos que se forma por los mismos procesos que las estrellas, pero que tienen masas por debajo del límite de 12 veces la masa de Júpiter. De modo que, según esto, un planeta no debería ser más masivo que 12 veces la masa de Júpiter.”

OGLE-2016-BLG-1190Lb estaría en la “banda de solapamiento” entre los planetas y las enanas marrones y por tanto su clasificación probablemente deberá determinarse “en virtud de los procesos que lo han formado; es decir, un planeta tendría una mayor proporción de elementos pesados que en el caso de una enana marrón. Otra diferencia es que, mientras que una enana marrón suele ser la única compañera de una estrella, los sistemas planetarios suelen contener múltiples objetos compañeros de una estrella central a la que orbitan.”

Se sabe que OGLE-2016-BLG-1190Lb es compañero de una estrella; una que es más pequeña que el Sol que orbita a una distancia de 2 UA (dos veces la distancia entre el Sol y la Tierra) lo cual cuestiona que OGLE-2016-BLG-1190Lb sea un planeta. Si hay otros objetos cerca eso ya es más es complicado de comprobar porque todo esto sucede en el quinto pino estelar, allá por el centro de la Vía Láctea y a 22.000 años luz. Clasificar el objeto requerirá de tantas observaciones como de conjeturas (en uno de esos casos de que cuanto más conocemos menos sabemos) y en función de lo que salga de ahí puede que OGLE-2016-BLG-1190Lb revuelva un poco los límites establecidos entre las enanas marrones y los exoplanetas gigantes. Motivo suficiente para darle un nombre digno.

Vía Phys.org.

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