Por @Wicho — 15 de diciembre de 2008

Según nuestro conocimiento del universo fue mejorando y aumentando tuvimos que aceptar no sólo que la Tierra no es el centro del universo, sino también que tampoco lo es el Sol, y que de hecho nuestra estrella no es más que una estrella normalita del todo de los aproximadamente 70.000 trillones de estrellas que se estima que existen.

En estas condiciones no era demasiado arriesgado suponer que si el Sol no tiene nada de especial lo lógico sería que otras muchas estrellas del universo también tendrían planetas orbitando a su alrededor.

Pero una cosa es suponer algo y otra es tener pruebas de ello.

Así, no sería sino hasta 1988 cuando se obtuvieran por primera vez indicios de la existencia de uno de estos planetas extrasolares o exoplanetas, Gamma Cephei Ab, aunque no sería hasta el 24 de septiembre de 2002 cuando se vería definitivamente confirmada su existencia.

Desde el descubrimiento de Gamma Cephei Ab hasta ahora ya se contabilizan unos 333 exoplanetas detectados en órbita alrededor de unas 265 estrellas, la mayoría de ellos encontrados utilizando los métodos de la velocidad radial y de los tránsitos.

Tanto el método de la velocidad radial lo que hace es detectar los movimientos que provoca un planeta sobre la estrella alrededor de la que orbita, como el de los tránsitos, que lo que hace es detectar los cambios provocados en la intensidad de la luz que recibimos de esta, son en realidad métodos indirectos de detección de exoplanetas, como todos los que se venían utilizando hasta ahora, ya que conseguir ver directamente un exoplaneta es extremadamente complicado.

Esto no obsta para que equipos de todo el mundo estuvieran intentando conseguirlo, y de hecho en septiembre de 2004 un equipo de astrónomos anunciaba que había tomado lo que podía ser la primera imagen de un exoplaneta en infrarrojos usando el VLT del Observatorio Austral Europeo, observación que confirmó el telescopio espacial Hubble en enero de 2005, pero no sería hasta mediados del mes pasado que por primera vez se anunciara que se había conseguido ti¡omar una imagen de un planeta con luz visible.

El planeta en cuestión es Fomalhaut b, al que se le calcula una masa no superior a tres veces la de Júpiter y un periodo orbital de 872 años, y también ha sido fotografiado por el Hubble:

Fomalhaut y Fomalhaut b - NASA, ESA, P. Kalas
Hubble Directly Observes Planet Orbiting Fomalhaut

Curiosamente, el mismo día que se anunciaba la obtención de esta imagen de Fomalhaut se anunciaba también que por primera vez se había fotografiado un sistema solar, en este caso en órbita alrededor de la estrella HR 8799, aunque la imagen estaba conseguida en infrarrojos.

El sistema solar había sido detectado con el telescopio Gemini Norte y confirmado por el Keck, que además encontró un tercer planeta, marcado como d en la imagen, además de los dos ya observados, marcados como b y c:

HR 8799 por el telescopio Keck -  C. Marois et al., NRC Canada
Astronomers capture first images of another solar system - C. Marois et al., NRC Canada

Como decía antes, obtener estas imágenes dista de ser trivial, y Ángel explica muy bien en ¡Planetas, planetas, PLANETAS! la dificultad que ha tenido conseguirlas:

Imagina que tienes un foco enorme de luz. No te sirve ninguno de tu casa, pero uno de estos enormes focos de los estadios de fútbol pueden valer. Coge el foco y ponlo sobre una montaña lejana. Y tú con tu telescopio a varias decenas de kilómetros. Pide a un amigo que, a la vez que enciende tal foco, sitúe justo pegado a su lado una moneda de las de 1 céntimo de euro. ¿Crees que serías capaz de verlo? Casi imposible, ¿verdad? Primero porque la monedita es minúscula en comparación con el enorme foco. Segundo, está muy cerca, deslumbrada por la luz del foco. Y tercero, no emite luz propia refleja la luz que le llega del foco. La misma dificultad tiene observar de forma directa un exoplaneta.

A partir de ahora ya no será estrictamente necesario entender de qué hablan los astrónomos cuando hablan del efecto Doppler en la luz que nos llega de una estrella y de cómo el método de los tránsitos lo aprovecha para detectar exoplanetas, o como las microlentes gravitacionales nos permiten hacer lo mismo, ya que los astrónomos nos podrán enseñar las imágenes de los planetas propiamente dichas…

Y todo esto en unos 20 años desde la detección de aquel primer exoplaneta. Quién sabe a lo que llegaremos en los próximos años según los telescopios terrestres y espaciales vayan mejorando.

Hay muchas más información sobre estos importantes anuncios en Primera imagen directa de un exoplaneta y Primera imagen directa de... ¡Un sistema planetario!. Fomalhaut b fue la Imagen Astronómica del Día del 14 de noviembre de 2008; HR 8799 y sus planetas lo fueron del 17 de noviembre.

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