Por @Alvy — 4 de abril de 2006
Una de esas maravillas que interrelaciona el mundo de la naturaleza con las matemáticas: Cómo encontrar la sucesión de Fibonacci en los girasoles y las margaritas: 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34… y ya es primavera. Cada número es la suma de los dos anteriores. Algo más sobre la Sucesión de Fibonacci en la Wikipedia.
Algunas flores, como los girasoles y las margaritas, son en realidad inflorescencias, formadas por muchas flores diminutas, apretadas y apiñadas. Presentan unas características geométricas interesantes, ya que a simple vista se puede observar líneas curvas que se forman debido a la disposición espacial de las flores (…) Llama la atención cómo mediante un procedimiento tan sencillo se puede dar lugar a una geometría tan compleja como bella. Además es muy útil para la planta, ya que le permite empaquetar las semillas de manera muy eficiente, apiñando el máximo de semillas en el mínimo espacio.
(Vía Juegos de Ingenio.)
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