Por @Alvy — 16 de octubre de 2004
La sonda Genesis se estrelló hace un mes cuando no se le abrieron los paracaídas que ayudarían a que pudiera ser recogida por helicópteros. Al parecer debían abrirse cuando un sensor de deceleración detectara el frenado durante el descenso, de 30G a 3G... pero alguien diseñó el sensor "al revés" y estaba funcionando "boca abajo", digamos. Lo cuentan en Genesis crash linked to upside-down design (New Scientist). (Vía Slashdot.)