Por @Alvy — 3 de diciembre de 2013

Uno de los grandes logros de Einstein fue explicar que el concepto de gravedad como «fuerza» era una ilusión: en realidad la gravedad deforma el espacio (más exactamente: el espacio-tiempo) haciendo que sea el propio espacio el que «empuja» unos objetos y otros.

Una de las mejores formas de verlo es esta demostración práctica del profesor Dan Burns del Physics Teacher SOS a un grupo de alumnos en Los Gatos: con una sábana elástica que hace las veces de «espacio», un montón de canicas y pelotas de diversos tamaños que hacen las veces de objetos celestiales.

En la demo se puede ver cómo un objeto principal puede representar una gran masa gravitacional (asociada a, como la de una estrella –que deforma enormemente el espacio a su alrededor– mientras las pequeñas canicas simbolizan cometas o planetas y deambulan a su alrededor.

Visto desde fuera, los objetos respetan las leyes de Newton, tendiendo e permanecer en movimiento cuando se les aplica una fuerza, etcétera… Pero a la vez sucede que las «líneas rectas» del espacio ya no son tan rectas. En el modelo de la demostración hay un factor «rozamiento» entre las canicas y la sábana que no existe en el espacio exterior (y que acelera las caídas hacia los objetos más pesados), pero en cualquier caso es una muy buena aproximación.

Si estos son los efectos de la gravedad en el espacio y se nos hacen un poco difíciles de entender a simple vista, ¿qué decir del mismo efecto de deformación sobre el tiempo, esa otra dimensión tan parecida pero tan distinta de las otras tres a la vez? Ah, si tan solo pudiéramos atisbar su intrincado «mecanismo» del mismo modo…

(Vía Geeks Are Sexy.)

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