Impresión artística de Hayabusa en las cercanías de Itokawa - JAXA
El 13 de junio de 2010 llegaba de vuelta a tierra el contenedor de toma de muestras de la sonda Hayabusa de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial.
Lanzada el 9 de mayo de 2003 el objetivo de esta misión era llegar hasta el asteroide (25143) Itokawa, obtener todos los datos posibles acerca de su forma, rotación, topografía, color, composición, densidad e historia, así como depositar un aterrizador en su superficie y tomar unas muestras para traerlas de vuelta a la Tierra.
El viaje de ida fue relativamente bien, aunque una tormenta solar dañó parte de sus células solares, lo que redujo la efectividad de sus motores de iones y obligó a postergar la llegada a Itokawa un par de meses.
Fue el 12 de septiembre de 2005 cuando la JAXA anunció que Hayabusa estaba siguiendo una órbita paralela a la de Itokawa y comenzaba la campaña de observación del asteroide.
Pero el retraso en la llegada hizo que hubiera menos tiempo para desarrollar la misión, con lo que empezaron las prisas, malas consejeras en una misión espacial.
Así, los intentos de toma de muestras y de depositar el aterrizador Minerva fueron un desastre.
Diversos errores de navegación y comunicaciones con la nave hicieron que en ninguno de los dos intentos de aterrizaje para tomar muestras se dispararan los perdigones que tenían que haber impactado contra la superficie para levantar material de esta; en uno de ellos, además, la sonda aterrizó en modo seguro, de tal forma que tan siquiera se activó la secuencia de recogida de muestras.
Impresión artística de Hayabusa tomando contacto; detrás, a la izqueirda, Minerva - JAXA
Minerva, por su parte, fue liberado por error mientras Hayabusa se alejaba del asteroide, con lo que se perdió en el espacio en lugar de pasar su vida útil dando saltos por la superficie del asteroide estudiándolo como estaba previsto.
Minerva era realmente pequeño –fíjate en la regla en primer plano– y apenas pesaba 600 gramos - JAXA
Por si fuera poco, una fuga de combustible obligó a poner la nave en modo seguro; a esto se añadió que el sistema de control de actitud, imprescindible para mantener las antenas de la nave orientadas hacia la Tierra, también estaba empezando a fallar y que una fuga de combustible adicional desestabilizó la nave tanto que se perdió toda comunicación con ella el 8 de diciembre.
Pero esperando a que esta volviera a estabilizarse la JAXA fue capaz de retomar las comunicaciones con la sonda paso a paso desde finales de enero de 2006 y poco a poco ir evaluando la situación.
Tras todas sus peripecias dos de los cuatro motores y siete de los once baterías de Hayabusa aún funcionaban, lo que era suficiente para iniciar un lento camino de retorno que comenzó el 25 de abril de 2007, casi cuando tenía que haber llegado, pues los planes originales apuntaban a que hiciera esto en junio de 2007.
Y así, tras diversas maniobras de ajuste de trayectoria, la cápsula de muestras de Hayabusa fue liberada para su descenso el 13 de junio de 2010 a las 10:51 GMT.
Hayabusa se desintegró en la atmósfera, pero la cápsula descendió suavemente en Australia gracias a sus paracaídas.
Fue recuperada a las pocas horas y llevada a los laboratorios de la JAXA, donde se pudo confirmar que la cámara de muestras contenía unos 1.500 granos del grosor aproximado de un cabello humano, y que sin duda la mayoría de ellos vienen de Itokawa; era la primera vez que una sonda espacial traía de vuelta muestras de un asteroide a la Tierra.
Algunas de las muestras traídas de Itokawa - JAXA
Todo un éxito para una misión plagada de problemas y que tantas veces estuvo a punto de ser dada por perdida; tanto que la JAXA ya ha lanzado una Hayabusa 2 a tomar muestras del asteroide 1999 JU3.
Está previsto que llegue allí en julio 2018, para emprender el viaje de vuelta en diciembre de 2019 y retornar la correspondiente cápsula de muestras en diciembre de 2020.