Por @Wicho — 15 de agosto de 2015

Ignaz Semmelweis

Hoy, 15 de agosto de 2015, se cumplen 150 años de la muerte de Ignacio Felipe Semmelweis, internado en un sanatorio mental y prácticamente olvidado.

Sin embargo millones de madres de todo el mundo le deben la vida.

Nacido en 1818, Ignacio Semmelweiss era un prestigioso obstetra que con tan sólo 28 años consiguió el puesto de ayudante del profesor Klein en el Hospicio General de Viena, una de las más famosas maternidades de Austria.

Pero Semmelweiss estaba muy preocupado por el elevado índice de mortandad de las mujeres que acudían a dar a luz en el hospital, mucho mayor que el de las que daban a luz en casa. Este índice rondaba un 30 por ciento, aunque en algunas salas alcanzaba el 96 por ciento.

Todas ellas fallecían víctimas de la fiebre puerperal.

Después de estudiar el asunto llegó a la conclusión, aunque sin pruebas, pues Pasteur no empezaría a hablar de los microbios hasta quince años después de la muerte de Semmelweiss, de que la causa de las infecciones eran las manos sucias de los médicos, en especial las de los estudiantes, que atendían un parto después de haber hecho una autopsia sin ningún tipo de precaución ni reparo.

Así que tras ver como un colega moría por una infección generalizada después de haberse cortado con un bisturí que había usado en una autopsia lo tuvo claro.

Puso a la entrada de su quirófano un recipiente con una solución desinfectante y a partir de entonces obligó tanto a médicos como estudiantes a lavarse las manos antes de entrar, con el resultado de que el índice de mortandad cayó por debajo del uno por ciento.

Portada Semmelweiss
Documento sobre el descubrimiento realizado por Ignaz Semmelweis acerca de las causas de la fiebre puerperal y las condiciones de asepsia para prevenirla - Museo Semmelweis, Biblioteca y Archivos de Historia de la Medicin

Esto, sin embargo, le granjeó la enemistad de sus colegas, empezando por el mismo Klein, que, indignados, lo vieron como un ataque a su profesionalidad.

Semmelweiss perdió su puesto y vivió la mayor parte del resto de su vida como un mendigo; habrían de pasar aún bastantes años antes de que la profesión médica tomara conciencia de la importancia de la asepsia.

La Unesco celebra en 2015 el aniversario de la muerte de Semmelweiss con la intención de restablecer su honor, algo en lo que podemos empezar haciendo que se conozca su nombre y su historia.

(Conocí la historia de Semmelweiss vía El Correo).

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