Por @Wicho — 20 de julio de 2015

Impresión de un comprimido en 3D
Impresión de un comprimido mediante capas de un polímero impregnado en el principio activo - Álvaro Goyanes

Que la impresión en 3D va a revolucionar muchas cosas parece bastante claro, pero lo que no había pensado es que esta revolución pudiera extenderse también al mundo de los medicamentos.

Álvaro, que trabaja como investigador en la Escuela de Farmacia de la University College de Londres, nos ha escrito para ponernos en la pista de esto.

La idea es que, usando una impresora 3D, se puedan crear comprimidos con la forma, color, y dosis necesaria de los principios activos.

Esto es muy importante con ciertos tipos de medicamentos como por ejemplo los anticoagulantes o inmunodepresores, cuya dosis tiene que estar muy ajustada al paciente; disponer de comprimidos creados con la dosis justa permitiría afinar más que usando las presentaciones con dosis estándar disponibles «a granel» del fabricante.

Imprimir los medicamentos permitiría además combinar en un solo comprimido dosis de varios principios activos, dependiendo del número da cabezales de la impresora, lo que ayudaría a que el paciente lo tenga más fácil a la hora de seguir el tratamiento; ayudaría también a poder, de nuevo, ajustar las dosis de cada uno de los principios activos de modo más preciso teniendo en cuenta las posibles interacciones entre ellos.

Otra posibilidad que se está estudiando es la de jugar con la forma de los comprimidos y cómo se distribuye el principio activo dentro de estos a la hora de imprimirlos, ya que esto permite regular en qué parte del tracto intestinal se libera el principio activo.

Hay más información en 3D printing: the future of manufacturing medicine?

Comprimidos impresos en 3D para niñosComprimidos impresos en 3D en papel para niños - Dr. Simon Gaisford

Y está también la opción de ser creativo con la forma de los comprimidos de tal forma que se puedan hacer más atractivos para los niños, que podrían escoger comerse unicornios, estrellas de mar, o cualquier otra forma que les apeteciera, en lugar de un comprimido con la forma habitual, tal y como se puede leer en Don't like your pills? Just turn them into dinosaur sweets.

Eso sí, por ahora aún falta bastante para que lo podamos ver aplicado en el MundoReal™, ya que, para empezar, no hay nada regulado en cuanto al uso de impresoras 3D en farmacia, un paso previo para que luego se pudieran comenzar estudios en animales y, más adelante, ensayos clínicos.

Pero desde luego la idea es intrigante.

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