Por @Wicho — 10 de mayo de 2022

IRAC vs MIRI – NASA/JPL-Caltech; NASA/ESA/CSA/STScI
IRAC vs MIRI (clic para ver en grande) – NASA/JPL-Caltech; NASA/ESA/CSA/STScI

Terminado su enfoque, al telescopio espacial James Webb aún le quedan un par de meses de ajustes y pruebas antes de entrar en servicio. Pero las imágenes del instrumento MIRI, aún no terminado de preparar, ya dejan en mantillas a las del Spitzer. Se puede ver con claridad en las dos imágenes de arriba, tomadas por los instrumentos IRAC del Spitzer y MIRI del Webb.

En ellas se ve parte de la Gran Nube de Magallanes a 8 y 7,7 micras de longitud de onda. Son frecuencias de luz que nosotros no vemos porque están en el infrarrojo, que es la parte del espectro electromagnético en el que trabajará el Webb y en la que trabajaba el Spitzer. En concreto, se corresponden con las emisiones de hidrocarburos aromáticos policíclicos. Son moléculas de carbono e hidrógeno que desempeñan un papel importante en el equilibrio térmico y la química del gas interestelar.

La evidente diferencia de calidad la producen el espejo primario mucho más grande del Webb –6,5 metros frente a 0,85– y unos detectores más modernos y mejorados. No hay que olvidar que el Spitzer, desactivado el 30 de enero de 2020, había sido lanzado en agosto de 2003. Eso quiere decir que sus sensores eran, en el mejor de los casos, de finales del siglo XX. De finales del milenio pasado.

Según la nota de prensa del Centro de Astrobiología

MIRI (Mid-Infrared Instrument) es el instrumento más sofisticado enviado al espacio para trabajar en el rango del infrarrojo térmico (longitudes de onda de 5 a 28 micras). MIRI aúna en un único instrumento una cámara de imagen, un espectrómetro de campo integral, y un coronógrafo. Y todo ello con una sensibilidad de diez a cien veces más que su inmediato predecesor, Spitzer, y una resolución angular de 6 a 8 veces superior.

De hecho el Webb está enviando imágenes que están al límite de lo posible con el tamaño de sus espejos y sensores, dando resultados que son mejores de lo que aún los modelos más optimistas aventuraban.

Pero no hay que olvidar que la imagen utilizada para comparar con las del Spitzer no deja de ser una prueba. Aún queda por analizar el comportamiento de todos los componentes de los instrumentos y calibrar así los datos que se obtienen con ellos.

Rueda de filtros del instrumento MIRI – NASA
Rueda de filtros del instrumento MIRI – NASA

En palabras de Scott Friedman, el científico que lidera la puesta en marcha de los instrumentos del Webb,

Vamos a medir el rendimiento de los instrumentos, es decir, qué cantidad de la luz que entra en el telescopio llega a los detectores y se registra. Siempre hay alguna pérdida con cada reflejo en los espejos del telescopio y dentro de cada instrumento, y ningún detector registra cada fotón que llega. Mediremos este rendimiento en múltiples longitudes de onda de luz observando estrellas estándar cuya emisión de luz se conoce a partir de datos obtenidos con otros observatorios combinados con cálculos teóricos.

También es necesario comprobar el funcionamiento del sistema de guiado del Webb de cara a hacer observaciones prolongadas de un objeto determinado. Esto es necesario porque el Webb no está quieto en un punto del espacio, igual que no lo están los objetos que va a observar.

Se puede ver el estado de la puesta en marcha de los instrumentos de telescopio en tiempo real en la página Mode Commissioning Tracker. Y también información sobre la misión en las cuentas de Twitter @NASAWebb, gestionada por la NASA, y en @ESA_Webb, gestionada por la Agencia Espacial Europea (ESA).

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