Por Nacho Palou — 17 de julio de 2017

Liveingrandpa David Samson

En Phys.org, Live-in grandparents helped human ancestors get a safer night's sleep,

Un estudio llevado a cabo entre un grupo de cazadores-recolectores modernos de Tanzania considera que, para quienes viven en grupo, la existencia de diferencias en los patrones de sueño comúnmente asociado con la edad es un mecanismo para asegurar que en todo momento haya en el grupo por lo menos una persona despierta. La investigación sugiere que los horarios de sueño no coincidentes y las noches inquietas pueden ser un remanente evolutivo de hace mucho tiempo, de cuando se corría el riesgo de ser la recena de alguna leona. “La conclusión es que vivir con los abuelos tiene muchos beneficios, incluyendo que la diferencia en los horarios de sueño permite la vigilancia durante la noche”, explica uno de los autores del estudio, David Samson, de la Universidad de Duke.

Utilizando dispositivos para la medición del sueño, parecidos a pulseras de actividad, los investigadores monitorizaron durante 20 días los patrones nocturnos de 33 adultos (de entre 20 y 60 años) del pueblo hadza. Entre las más de 220 horas de patrones del sueño registrados los investigadores sólo encontraron 18 minutos en los cuales todos los adultos habían coincidido durmiendo. El resto de las horas las diferencias en el estado o en la profundidad del sueño mantenía, de promedio, a un tercio del grupo en estado de alerta o de sueño ligero sin que estos estados supusieran para los hazda ninguna queja de problemas asociados al suelo.

“Muchas personas mayores acuden al médico quejándose de que se despiertan temprano y no se pueden volver a dormir”, dice uno de los investigadores. “Tal vez eso no es un problema médico en sí mismo ni es un trastorno del sueño, sino una reliquia evolutiva de cuando ese patrón era beneficioso para el grupo.”

Los hadzas de Tanzania viven en la actualidad de forma muy parecida a como lo hacían sus ancestros y se considera son uno de los últimos grupos de cazadores-recolectores de África: obtienen sus alimentos de la caza y de la recolección, no crían animales ni cultivan, ni construyen viviendas permanentes.

Fotografía: David Samson.

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