Como todos los años en estas fechas el recorrido de la Tierra en su órbita alrededor del Sol la lleva a atravesar la zona del Sistema Solar que recorre el cometa Tempel-Tuttle en sus visitas a este, lo que provoca que por las noches se pueda ver la lluvia de meteoros conocida como las Leónidas, nombre que reciben porque parecen proceder de la dirección de la constelación de Leo.
Un meteoro de la lluvia de 2002 al amanecer, fotografiado por Simon Filiatrault, de Quebec, Canadá
Dado que la distribución de los restos de polvo dejados por el cometa no es uniforme las Leónidas no tienen la misma intensidad todos los años, y aunque la media habitual es de unas 15 por hora se han dado casos como en 1999 ó 2000 en los que se pudieron observar más de 1.000.
Para este año las previsiones apuntan que podrían verse de unos 20 a 30 por hora en América, mientras que sobre Asia la cosa podría estar entre las 200 y las 300, y con Luna nueva las condiciones son más que favorables para la observación de estas si la meteorología lo permite.
Estas previsiones apuntan también a que la mejor noche para verlas este año es precisamente esta, con máximos para observarlas desde Europa a las 22:43 (hora de España, UTC +1), correspondiente a la nube de 1466, y a las 22:50 (de nuevo UTC+1), correspondiente a la nube de 1533.
Para el primero de ellos se estima una Tasa Horaria Cenital de 115, mientras que para el segundo se calcula una THZ de 80.
Los que este año tienen las mejores condiciones son los habitantes de Indonesia y China, pues la Tierra quedará enfrentada a la corriente de meteoros precisamente por esa parte en el momento de los máximos, lo que podría producir la citada THZ de 300.
Es importante tener en cuenta que aunque se sepa con precisión en qué momento va a atravesar la Tierra cada una de las corrientes correspondientes a cada una de las visitas del Tempel-Tuttle de lo que no hay datos es de la concentración de polvo en estas, con lo que las previsiones pueden estar equivocadas.
En cualquier caso, como es un fenómeno que se puede observar a simple vista sin ningún tipo de instrumentación y solo tomando las necesarias precauciones contra el frío nocturno, merece la pena animarse y estar un ratillo mirando al cielo si puedes.
Hay más información en Leónidas 2009 de MundoAstronomía y La lluvia de meteoros Leónidas del año 2009 de Ciencia@NASA.
(Gracias por recordarnos el asunto, Andrés y orencio).