Por @Alvy — 15 de abril de 2015

Color Sinestesia

La sinestesia es una curiosa combinación mental automática de varios sentidos y percepciones, como pueden ser la vista y el oído, o el gusto y la vista. En cierto modo es como un «superpoder» de cerebros superconectados: hay personas que pueden «ver» colores cuando escuchan diversos tonos musicales o asignar sonidos o colores a las distintas letras y números.

Para mi amiga Sara, por ejemplo, los números son de colores: el dígito 0 es blanco, el 1 es azul, el 3 es rojo, el 4 granate, el 5 amarillo, el 6 verde, el 7 marrón, el 8 negro y el 9 rojo. Ella puede incluso ver borrosos los números, pero los colores destacan sobremanera (de hecho más que «ver un color» se suele explicar como «experimentar la sensación de color»). También puede identificarlos más rápidamente que una persona que los vea todos en negro-sobre-blanco. Incluso la combinación 10 es distinta de 1-0, igual que para algunos otros números de dos dígitos especiales… Según explica, para ella los colores de los números se experimentan exactamente igual que los de verdad y se le hace difícil imaginar cómo los vemos los demás en «blanco y negro».

Con las letras sucede otro tanto: tal y como explican en un artículo de Discovery Magazine (The ABCs of Alphabet-Magnet Synesthesia) distintas personas ven diferentes colores para las letras del alfabeto.

No está muy claro por qué sucede todo esto, pero sí se sabe que no toda la gente con esta curiosa capacidad ve los mismos colores. Alguien se entretuvo en entrevistar a miles de ellos para encontrar un patrón, como puede verse en la imagen (la parte inferior muestra el «color promedio»): para la mayor parte de la gente la A es roja, la B azul, la C amarilla…

Pero más raro todavía es que casi en un 6 por ciento de casos (para gente nacida entre 1970 y 1985) los alfabetos coincidan con cierto alfabeto de imanes de nevera para niños fabricado por Fisher-Price. Dicen que ese porcentaje es algo «raro e improbable», sugiriendo que estar expuesto a esas letras durante el aprendizaje puede haber tenido que ver con los efectos de la sinestesia.

Y una última curiosidad: para algunas de estas personas si se dibuja por ejemplo una P que ven granate y se le añade el «rabito» para formar la R que ven roja, lo que sucede es que mientras se traza la línea el color se transforma «mágicamente» Alguien con sinestesia explicaba la fascinación que sentía de pequeño al ver letras y números cambiar de color de esta forma, sin que hubiera una explicación para ello – pero suponiendo que todo el mundo lo veía igual, claro. Obviamente se sorprendían cuando al crecer alguien les explicaba que la mayor parte de la gente ve los colores en aburridos tonos monocromáticos.

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