Por @Wicho — 12 de febrero de 2015

Filamento solar de febrero de 2015 por Paco Bellido
Sol 15-02-11 13-22TU: Filamento solar de febrero de 2015 por Paco Bellido

Cuando se produce una prominencia solar y desde nuestra perspectiva en la Tierra la vemos desde arriba esta recibe el nombre de filamento solar; es un poco como cuando los astronautas ven la Gran Muralla china desde el espacio, que se ve como una línea…

Aunque no, en realidad la Gran Muralla no se puede ver desde el espacio, pero es un ejemplo para entendernos.

También podríamos hablar de como se un viaducto visto desde un helicóptero que lo sobrevuela, la perspectiva es similar.

La temperatura de un filamento solar está entre los 10 000 y los 30 000 K, pero aún así los vemos oscuros frente al resto de la superficie del Sol porque nuestros ojos tienden a aumentar el contraste; lo mismo sucede con las manchas solares, que distan mucho de ser negras como las vemos.

Los filamentos solares no son especialmente raros, pero sí lo es el tamaño del que se puede observar estos días, que ha alcanzado ya una longitud de 1 200 000 kilómetros, casi cien Tierras, un tamaño entre 5 y 10 veces superior a lo habitual para estas estructuras; de hecho, es el más grande del que tengamos constancia hasta la fecha.

El filamento, con escala
Sol 15-02-11 13-22TUb: El filamento, con escala en kilómetros - Paco Bellido

De hecho, se podría argumentar que, después del Sol propiamente dicho, es la segunda estructura visible más grande del sistema solar, aunque su existencia sea temporal.

Como la es la del Sol por otra parte.

Por hora su existencia no tiene mayor relevancia que la del espectáculo que representa; otra cosa será si acaba produciendo una eyección de masa coronal.

Una eyección de masa coronal consiste en plasma, formado básicamente por electrones y protones, y supone un grave peligro de irradiación para los astronautas que estén en órbita si la eyección viene hacia la Tierra, que es cuando se produce una tormenta geomagnética al interactuar esta con el campo magnético de la Tierra.

Una tormenta geomagnética puede crear problemas en las comunicaciones por radio, fallos intermitentes o definitivos en la electrónica de los satélites artificiales y naves espaciales, o incluso provocar incendios en instalaciones telegráfica y eléctricas aún cuando estas estén desconectadas de sus fuentes de energía, aunque esto último es cada vez más difícil que pase porque los equipos están cada vez mejor protegidos, pero no supone ningún peligro directo para nosotros, pues estamos suficientemente protegidos por el ya citado campo magnético de la Tierra.

También produce auroras polares, todo un espectáculo por el que merece la pena viajar.

(Fotos de Paco Bellido, usadas y adaptadas con su permiso).

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