Por @Wicho — 18 de enero de 2008

Esquema de la sonda MESSENGEREl 3 de agosto de 2004 la NASA lanzaba al espacio con destino a Mercurio, a donde no está previsto que llegue hasta el 18 de marzo de 2011, la sonda MESSENGER (MErcury Surface, Space ENvironment, GEochemistry and Ranging - Medición de la Superficie, Ambiente Espacial y Geoquímica de Mercurio) a bordo de un cohete Boeing Delta II.

El motivo de que esta sonda vaya a tardar casi siete años en llegar a su destino, que en términos cósmicos o incluso a la escala del Sistema Solar está «a tiro de piedra», es que al irse acercando cada vez más al Sol la sonda iría ganando velocidad, y la única forma de frenarla para que pueda entrar en órbita sin pasarse de largo y sin que tenga que llevar a bordo una cantidad prohibitiva de combustible es utilizar la gravedad de los planetas para ir modificando su velocidad.

Trayectoria de la sonda MESSENGER - JHU/APL
Trayectoria de la sonda MESSENGER - JHU/APL

Además, al carecer Mercurio de atmósfera es obviamente imposible utilizar esta para frenar, con lo que la maniobra de inserción orbital se complica aún un poco más.

Así, el 2 de agosto de 2005 MESSENGER volvió a pasar por las proximidades de la Tierra para conseguir modificar su órbita gracias a la gravedad de esta y a un encendido de 524 segundos de sus motores el 12 de diciembre de 2005 y así dirigirse a Venus, por cuyas proximidades pasó otras dos veces el 24 de octubre de 2006 y el 5 de junio de 2007.

Estos dos pasos por Venus, junto con otro encendido de motores el 17 de octubre de 2007, modificaron de nuevo su trayectoria de tal forma que esta misma semana la sonda hizo su primer paso por las proximidades de Mercurio, llegando a aproximarse a tan solo 200 kilómetros de su superficie a las 19:04:39 UTC del día 14 de enero de 2008.

Como es de suponer, la NASA aprovechó esta primera aproximación al planeta para ir tomando ya datos e imágenes, y esta misma semana hacía pública esta imagen de Mercurio, la primera que obtenemos desde sus cercanías desde marzo de 1975, cuando la sonda Mariner 10 terminó su misión, y también la primera que obtenemos de este hemisferio del planeta, ya que nunca pudo ser fotografiado por la Mariner 10.

MESSENGER’s First Look at Mercury’s Previously Unseen Side - NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Carnegie Institution of Washington
MESSENGER’s First Look at Mercury’s Previously Unseen Side - NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Carnegie Institution of Washington

Tomada por la Cámara Gran Angular de a bordo unos 80 minutos después de la máxima aproximación a través de un filtro sensible a la luz roja al borde del espectro visible (750 nanómetros), cuando la MESSENGER estaba a unos 27.000 kilómetros de altura sobre la superficie del planeta, en la imagen pueden distinguirse detalles de un tamaño mínimo de unos 10 kilómetros.

Igual que la parte que ya conocíamos de Mercurio, esta mitad aparece cubierta de cráteres. En la parte superior derecha de la imagen se puede ver la cuenca Caloris, cuya parte oeste nunca había sido fotografiada, al completo. Formada por el impacto de un asteroide o de un cometa, esta cuenca es quizás una de las más jóvenes del Sistema Solar, y se distingue de su entorno porque su superficie es más clara, lo que podría indicar que está formada por un material diferente.

Hay ya más imágenes publicadas ya en la página de imágenes de la misión, aunque por ahora todas en blanco y negro, pero se espera que en los próximos días sean publicadas imágenes en color y películas.

Un detalle curioso y que llama especialmente la atención es que los dos ordenadores de a bordo, duplicados por cuestiones de seguridad, tienen un procesador principal que funciona a 25 MHz y otro para emergencias que funciona a 10 MHz.

Los cuatro son procesadores IBM RAD6000, basados en la arquitectura POWER1 de IBM, similares a los que montaban los Macintosh basados en PowerPC, y aunque su velocidad es ridícula en comparación con cualquier ordenador actual en realidad estos procesadores son de lo mejorcito que hay en cuanto a los diseños resistentes a la radiación necesarios para funcionar en el espacio.

Otro detalle curioso es que MESSENGER utiliza dos grabadores de datos de estado sólido de 1 GB cada uno en los que el procesador activo almacena en cada momento los datos obtenidos, ya comprimidos y listos para ser enviados a casa; es como si la sonda llevara un par de tarjetas de memoria de 1 GB de las que se usan para cualquier cámara de fotos.

Una vez en órbita alrededor de Mercurio, la misión de la sonda MESSENGER tiene una duración prevista de un año terrestre, tiempo durante el cual el planeta girará cuatro veces alrededor del Sol. Durante ese tiempo MESSENGER fotografiará toda la superficie del planeta en estéreo con una resolución de 250 metros por pixel, creará un modelo 3D de su magnetosfera, y buscará y analizará los elementos volátiles presentes en los cráteres de su superficie, junto con alguna cosa más.

Los científicos también esperan poder comprobar si es cierta la teoría que dice que el planeta se está contrayendo a causa del enfriamiento de su núcleo, como sugieren las imágenes de algunas escarpaduras en la corteza del planeta enviadas por la Mariner 10, algunas de ellas de 1,6 kilómetros de profundidad.

Pero hasta entonces a la MESSENGER aún quedan unos cuantos kilómetros por recorrer en el espacio, y es que cuando finalmente entre en órbita habrá recorrido la friolera de 7.900 millones de kilómetros.

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