Lanzada el 13 de marzo de 2015 la Magnetospheric Multiscale Mission de la NASA tiene como objetivo estudiar la magnetosfera terrestre.
Pero tiene la peculiaridad de que está formada por cuatro satélites idénticos que vuelan en formación. En concreto vuelan formando una pirámide, un tetraedro, que dirían los matemáticos, lo que les permite medir en tres dimensiones como las partículas del viento solar chocan e interactúan con el campo magnético de la Tierra; de hecho en cuatro si contamos el tiempo, claro.
Los satélites MMS terminaron su fase de entrada en servicio el pasado 31 de agosto de 2015 y en la actualidad están en la primera fase de ciencia de su misión, en la que están recogiendo datos de las propiedades magnéticas y eléctricas del espacio alrededor de la Tierra en la parte en la que la magnetosfera se encuentra con el viento solar; la parte «de día» de su órbita de 2550×70080 kilómetros.
Luego, transcurrido un año y medio la misión pasará a estudiar la interacción de la magnetosfera terrestre con el viento solar en la parte «de noche» de la órbita, cuando la magnetosfera vuelve a inyectar energía en el viento solar; en esta fase la órbita será de 2550×152900 kilómetros. Esta fase durará otro año y medio.
La misión MMS comenzó a volar en formación tetraédrica en julio de 2015, cuando los cuatro satélites se colocaron a unos 180 kilómetros de distancia uno de otro, distancia que se ha ido reduciendo paulatinamente hasta los aproximadamente 10 kilómetros actuales.
Con los datos recogidos hasta ahora los responsables de la misión estudiarán con qué separación recogen mejores datos los cuatro satélites y los volverán a colocar con esa separación.
MMS no es, de todos modos, la primera misión de varios satélites, ni es la formación más cerrada que jamás haya volado en el espacio, diga lo que diga la NASA en NASA's MMS Spacecraft Achieve Tightest Flying Formation Ever.
De hecho la misión Cluster de la Agencia Espacial Europea, en activo desde 2000, está formada también por cuatro satélites que estudian la magnetosfera que vuelan en formaciones con entre 10 y 10000 kilómetros de separación, y el 19 de septiembre de 2013 los satélites C1 y C3 llegaron a estar a tan sólo 4 kilómetros el uno del otro.
Otra misión con satélites que vuelan en formación es Swarm, también de la Agencia Espacial Europea. Destinada a medir el campo magnético de la Tierra, dos de sus tres satélites vuelan lado a lado, con separaciones de entre 65 y 170 kilómetros, mientras que el otro vuela más alto y en una órbita que se cruza con la de los otros dos.