Por @Alvy — 2 de diciembre de 2009
Funcionar, funciona, y más sencillo de construir, imposible. Eso sí, para que en el montaje de este móvil perpetuo que da vueltas se respete la Primera ley de la termodinámica –como debe ser en todas las casas honradas– hay que dejar encendida la lámpara para que el calor y las suaves corrientes de aire hagan el resto.