Por @Wicho — 29 de octubre de 2013

Probando la primera Orion
Probando la primera Orion - Lockheed Martin

Tal y como se puede leer en NASA's Orion Spacecraft Comes to Life la semana pasada la primera cápsula tripulada Orión de la NASA fue encendida.

Es la primera vez que la NASA estrena una nave tripulada nueva desde que se autorizó la construcción del transbordador espacial Endeavour en 1987 para sustituir al Challenger, aunque si nos ponemos estrictos es la primera vez que la NASA estrena una nave tripulada nueva en cuanto a su diseño desde que el 3 de febrero de 1973 el Columbia pasó su primer test de sistemas.

Y eso sin contar al Enterprise, que se utilizó para pruebas aerodinámicas y que iba a ser luego preparado para salir al espacio, aunque lugar de eso la NASA decidió construir el Challenger, pues entonces habría que remontarse al 15 de marzo de 1976.

Las primeras pruebas indican que todo funciona según lo previsto en sus ordenadores de a bordo y en sus redes de datos y de distribución de electricidad, con lo que si todo va según lo previsto, algo que aún está por ver, en el otoño de 2014 podría llevar a cabo su primera misión.

La ESA construirá el módulo de servicio de la Orión
La Agencia Espacial Europea construirá el módulo de servicio de la Orión - ESA

En este vuelo de prueba, conocido como Exploration Flight Test-1, será un Delta IV el que la lance hasta una distancia de cerca de 6.700 kilometros de la Tierra para hacer una reentrada a unos 37.000 kilómetros por hora.

Esto permitirá comprobar tanto sus sistemas internos como el escudo térmico, ya que la velocidad de reentrada será mayor que la de cualquiera de las naves tripuladas actualmente en servicio, que tampoco es que sean tantas, la verdad sea dicha, ya que se reducen a la venerable Soyuz y a su prima hermana china la Shenzhou.

Para diciembre de 2017, una vez incorporado lo aprendido en este primer lanzamiento, está previsto el lanzamiento de Exploration Mission 1, otra misión no tripulada, pero en este caso destinada a ir hasta la Luna, dar una vuelta alrededor de ella, y volver…

Más o menos como hizo el Apolo 5 en enero de 1968.

De todos modos, se está considerando cambiar los parámetros de la misión para que esta vaya hasta unos 70.000 kilómetros más allá de la Luna y que tenga una duración de unos 25 días en lugar de 10.

El problema es que la EM-1 depende de que el Space Launch System, el nuevo cohete de la NASA, esté listo para entonces, y lo cierto es que no sería de extrañar que se produjera algún retraso.

A partir de ahí el futuro del Orión –y del programa tripulado de la NASA en realidad– está mucho más difuso, aunque se habla de una misión a un asteroide.

Si a esto le añadimos que Barack Obama termina su segundo mandato en enero de 2017 y que no se puede volver a presentar, tampoco sería de extrañar que el próximo presidente le de una vuelta a los objetivos de la NASA, tal y como ha venido pasando con todas las administraciones recientes, e igual que hizo la administración Obama en su momento.

Y esto es probablemente el mayor problema de la NASA, que lleva años dando bandazos según lo que se le ocurra al presidente de turno.

La Orión estuvo pasando también estos días sus pruebas de manejo dentro del Edificio de Ensamblado de Vehículos del Centro Kennedy, ya que no tiene mucho sentido fabricar una nave si luego no va a caber dentro del edificio en el que hay que prepararla.

Pruebas en el VAB
Pathfinding Operations for Orion Spacecraft at Kennedy Space Center - Pruebas en el VAB

Se pueden seguir las andanzas de la cápsula en su cuenta de Twitter, @NASA_Orion.

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