Por @Wicho — 18 de octubre de 2012

Chica usando un móvilA Innocente Marcolini se le diagnosticó en 2002 un tumor en el nervio trigémino izquierdo, algo que él asocia a haber usado durante años el teléfono móvil unas seis horas al día prácticamente a diario.

Así que decidió acudir a los tribunales para que su tumor le fuera reconocido como una enfermedad laboral, algo en lo que el Tribunal Supremo italiano acaba de darle la razón según se puede leer en El teléfono móvil llama al cáncer (ojo con el titular).

Por lo visto los miembros del Tribunal han decidido que «tiene derecho a una indemnización porque la suya debe de ser considerada una enfermedad laboral porque la desarrolló en el ejercicio de su profesión al hacer "un uso prolongado del teléfono móvil"».

Independientemente de que no haya ninguna evidencia científica que relacione el uso del teléfono móvil con la aparición de tumores, ni cerebrales ni de ningún otro tipo.

Más bien todo lo contrario, como sucedió con un estudio de 18 años que no consiguió establecer relación alguna entre el uso del móvil y el cáncer.

Como dice Luis Alfonso Gámez en Periodismo gilipollas: los átomos son más pequeños que los electrones y el teléfono móvil llama al cáncer todos los jueces del mundo pueden decidir derogar la ley de la gravedad, aunque si luego saltan de un rascacielos se matan. Fijo.

Pero además el artículo dice que «Desde 2011 la Agencia Internacional de Investigaciones contra el Cáncer ha incluido a los teléfonos móviles entre los posibles agentes cancerígenos», aunque olvida mencionar que esos expertos no dan ninguna prueba en The Lancet Oncology, donde se suponía que iban a publicar estas, o que otro comité científico de la Unión Europea cree «improbable» que los móviles causen cáncer en otro estudio

O que los móviles están en el mismo grupo de riesgo que el café respecto al cáncer.

Para rematarlo, añade además que «prácticamente todos los estudios a gran escala han resultado inconcluyentes hasta la fecha», imagino que entendiendo que el que no demuestren ninguna relación es lo que los hace inconcluyentes.

¿Igual si hubieran demostrado que sí existe esa relación entre el uso de móviles y cáncer sí serían considerados concluyentes?

Por cierto que además de todo eso todavía estoy intentando entender cómo se puede tener un tumor cerebral en el nervio trigémino.

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