Por @Wicho — 30 de junio de 2021

El 5 de enero de 2020 el detector situado en Louisiana del Advanced LIGO y el detector Advanced Virgo en Italia detectaron un tren de ondas gravitacionales que se ha confirmado que fueron producidas en los instantes finales en los que una estrella de neutrones era absorbida por un agujero negro mientras ambos giraban una alrededor del otro. En una coincidencia cósmica de esas a las que nos van acostumbrando las ondas gravitacionales tan sólo 10 días después los dos detectores del Advanced LIGO y de nuevo Advanced Virgo captaban otro tren de ondas gravitacionales similar. Los detalles están en Una nueva fuente de ondas gravitacionales: sistemas binarios de una estrella de neutrones y un agujero negro (PDF).

En el primer caso, bautizado como GW200105, el agujero negro y la estrella de neutrones que lo originaron eran de aproximadamente 8,9 veces y 1,9 la masa del Sol. En el segundo, bautizado como GW200115, las masas eran de aproximadamente 5,7 y 1,5 veces la del Sol.

Desde que aprendimos a escuchar las ondas gravitacionales que recorren el universo habíamos escuchado los instantes finales de varios sistemas formados por dos agujeros negros. Y en un par de ocasiones los de sistemas formados por dos enanas blancas. Pero aunque su existencia llevaba predicha varias décadas es la primera vez que detectamos un sistema formado por una estrella de neutrones y un agujero negro (ENAN). Y dos veces en diez días. Es como de ciencia ficción. Pero sin ficción. Así por fin hemos visto los tres tipos de sistemas binarios que pueden formarse a partir de agujeros negros y estrellas de neutrones, que son conocidos como objetos compactos.

Una estrella de neutrones sobre Manhattan – Centro de vuelo espacial Goddard / NASA
Una estrella de neutrones puede tener varias veces la masa del Sol acumulada en un volumen muy pequeño como muestra esta impresión artística de una sobre Manhattan. De ahí lo de objetos compactos – Centro de vuelo espacial Goddard / NASA

El estudio de estos sistemas formados por objetos compactos nos permitirán saber más sobre el nacimiento, vida y muerte de las estrellas, así como sobre los entornos en los que se forman.

La existencia de las ondas gravitacionales fue predicha por Albert Einstein en 1916 en su teoría de la relatividad general. Pero hasta 2016, aunque había pruebas indirectas de su existencia, no pudimos detectarlas por primera vez gracias, precisamente a Advanced Ligo. Entonces se habló de que nos abrían una nueva ventana al universo, como así se está demostrando.

LIGO está en Twitter como @LIGO; Virgo como @ego_virgo.

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