Por @Wicho — 22 de junio de 2009

Sala de control del LHC /AP-Spiegen OnLine
Sala de control del LHC durante la inyección del primer haz de partículas en este /AP-Spiegel OnLine

La puesta en marcha del Gran Colisionador de Hadrones empieza a parecerse a la construcción del monasterio de El Escorial -en España se suelen comparar las cosas que lleva mucho tiempo hacer con la construcción de este monasterio, aunque de forma incorrecta- pues se acaba de anunciar otro retraso de dos o tres semanas de su nueva puesta en marcha, que estaba prevista para finales de septiembre de este año: CERN reports on progress towards LHC restart.

El motivo de este retraso es que se están llevando a cabo las comprobaciones necesarias para que no se vuelva a producir un fallo como el que el pasado mes de septiembre obligaba a parar el recién inaugurado instrumento, que en realidad no había tan siquiera empezado a producir colisiones.

En aquella ocasión un cortocircuito en una conexión eléctrica en la zona en la que está instalado el CMS provocó una fuga de helio en el sector 3-4 que obligó a volver a ponerlo a temperatura ambiente -en condiciones de trabajo está a 1,9 kelvin, aproximadamente 271 grados centígrados bajo cero- para repararla.

Large-Hadron-Collider
Vista del detector CMS del LHC (2007). Foto © Maximilien Brice / CERN

Este parón se aprovechó para instalar nuevas protecciones y sistemas de prevención de fallos que se están comprobando aún ahora, para lo que se está procediendo a calentar el sector 4-5 para comprobar si los sistemas de detección funcionan correctamente.

Cabe recordar que en el LHC hay unas 10.000 conexiones como la que ha fallado, con lo que el que el trabajo de instalación y comprobación de los nuevos sensores lleve sólo un par de semanas o tres de retraso tampoco es descabellado.

Otro motivo que retrasó la vuelta al funcionamiento del colisionador fue, curiosamente, la disponibilidad de helio para refrigerarlo.

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