Por @Alvy — 9 de mayo de 2008

En Virtual Reality Could Explain the Fermi Paradox se hace una referencia Where Are They?, un artículo de Technology Review sobre el tema de las inteligencias extraterrestres (y la aparente inexistencia de ellas, a pesar de que llevamos años buscándolas).

La Paradoja de Fermi se puede reducir a esto:

La creencia común de que el Universo posee numerosas civilizaciones avanzadas tecnológicamente, combinada con nuestras observaciones que sugieren todo lo contrario es paradójica sugiriendo que nuestro conocimiento o nuestras observaciones son defectuosas o incompletas.

Lo que viene a contar Nick Bostrom (Oxford) en el artículo de Technology Review es que los próximos años pueden ser muy deprimentes si vamos encontrando algún tipo de forma de vida en Marte, o donde sea, pero no vemos signos de «inteligencia» alguna o carencia de tecnología.

Por otro lado Michael Graham hace una proposición más controvertida sin duda. Propone que tal vez no vemos en nuestras observaciones signos de civilizaciones tecnológicamente avanzadas, pero que eso sería buena señal. Su hipótesis es que una civilización de ese estilo tal vez habría preferido «transferirse» a una realidad virtual: mundos virtuales más seguros y placenteros donde pudieran conservar su esencia sin el bagaje de lo «físico».

Al fin y al cabo, no está muy claro donde empieza y acaba el yo/alma/espírutu/esencia/identidad de los seres vivos, o ni siquiera qué son realmente. De modo que si de algún modo pudiera esa esencia pudiera transferirse a una simulación por ordenador sería seguramente preferible.

Esto último me pareció bastante interesante porque probando hace tiempo Philosophy Games que es una altamente recomendable colección de juegos sobre filosofía y lógica me topé con el curioso Staying Alive, un juego en el que se trata exactamente esto.

El juego es sencillo: se plantea un escenario imaginario y dos opciones. Hay que elegir siempre una. El objetivo es «mantener la existencia» cueste lo que cueste. Al principio se ve que no va a ser fácil, porque aunque las primeras alternativas son aparentemente sencillas (un viaje a marte: ¿teletransporte o nave espacial?) las siguiente ya no tanto… El final tiene unas conclusiones lógicas sorprendentes y que hacen pensar sobre todo eso de la existencia, en lo que denominan, apropiadamente «teorías sobre la identidad personal».

Actualización (10 de mayo de 2008): Muy completo e interesante este Desmenuzando la Paradoja de Fermi (¡Gracias Alberto!) En la novela El cálculo de Dios se trata sobre este tema también.

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