Por @Wicho — 14 de enero de 2012

Todo parece indicar que a la sonda espacial rusa Fobos-Grunt, varada en órbita desde el pasado 26 de noviembre, le quedan poco más de 24 horas antes de precipitarse sobre la Tierra y ser destruida durante la reentrada.

El objetivo de la sonda era visitar Fobos, la luna de Marte, y traer de vuelta una muestra del material que compone su superficie.

Pero tras un lanzamiento sin problemas que la puso en órbita terrestre, los motores de su unidad de propulsión, que tenían que haberla puesto rumbo al planeta rojo, simplemente nunca se encendieron.

Órbitas de la Fobos-Grunt
La Fobos-Grunt está en la órbita amarilla, cuando tenía que haber pasado a la azul y luego emprender viaje a Marte siguiendo la trayectoria que sale por arriba a la derecha

Todos los intentos para entrar en contacto con la sonda y ponerla de camino, o, una vez perdida la ventana que le permitiría llegar a Marte, programarla para una misión alternativa, fallaron, salvo un breve contacto logrado por la Agencia Espacial Europea desde una de sus antenas en Australia.

Así que la órbita de la Fobos-Grunt ha ido decayendo inexorablemente, con lo que según los cálculos del Comando Estratégico de los Estados Unidos esta se precipitará a Tierra entre las 2:39 UTC del domingo 15 y las 7:39 del lunes 16; Roscosmos afina un poco más y en su última previsión habla de las 17:51:36 UTC del domingo 15 en un lugar del Pacífico sur al oeste de Chile:

Mapa por Roscosmos
Mapa publicado por Roscosmos el 14 de enero

No hay que olvidar, de todos modos, que al ser una reentrada descontrolada y con una cierta incertidumbre acerca de la órbita de la sonda y su actitud las estimaciones de hora y lugar del impacto cambiarán con casi total seguridad.

La Fobos-Grunt tiene una masa de 13,5 toneladas, y un tamaño de 3.76 x 3.76 x 6.38 m, con unos paneles solares de 7.97 m de envergadura, pero 11 de las toneladas de la sonda son combustible, que debería consumirse en la atmósfera durante la reentrada.

Se estima que de las otras 2,5 toneladas que quedan unas 20 ó 30 piezas, con un peso total inferior a los 200 kilogramos, pueden llegar a sobrevivir a la reentrada e impactar contra el suelo, aunque si la reentrada ocurre donde predice Roscosmos caerían al agua.

En estas condiciones, se considera que la reentrada de la Fobos-Grunt no debería ser un evento peligroso.

El por qué fracasó la misión será algo que con toda probabilidad nunca se pueda determinar a ciencia cierta, y aunque Vladímir Alexándrovich Popovkin, el jefe de la agencia espacial rusa, haya mencionado ciertas ideas conspiranoicas acerca de una intervención externa, en realidad todo parece indicar que la falta de fondos y una mala planificación de la misión son las que tienen la culpa.

Por ejemplo, el encendido de los motores estaba programado para un momento en el que la red de estaciones terrestres rusa no podía estar en contacto con ella, por lo que no podían haber intervenido aún en caso de detectar algún problema.

Además, la sonda no estaba diseñada para comunicarse con tierra en esa fase de la misión, lo que indica un claro desprecio por parte de NPO-Lavochkin, la empresa que la fabricó, de todo lo aprendido de Murphy.

@RussianSpaceWeb y @Spaceflight101 están haciendo actualizaciones más o menos contínuas sobre la reentrada.

(Algunos datos vía ESA y Space Today).

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