Leí en el especial de verano de la revista Muy Interesante (del que he reseñado algunas curiosidades) que la pregunta ¿Cuántos planetas hay en el Sistema Solar? no tiene actualmente una buena respuesta porque, según la revista, la Unión Astrónomica Internacional no define lo que es un planeta. De modo que estan que si Plutón sí o Plutón no; que si Planeta X sí o Planeta X no.
Por otro lado hace tiempo mencioné que Naciones Unidas no se considera competente para responder a ¿Cuántos países hay en el mundo? Esto tendrá que ver con que no exista una definición clara de «país», porque si estuviera definido bastaría con coger un mapa actualizado y contarlos.
Tampoco hay una definición universalmente aceptada de Terrorismo. Cada país, diccionario, enciclopedia tienen una. Naciones Unidas tampoco tiene una definición precisa. Hace recomendaciones, informes y sugerencias pero no todos los países aceptan la misma definición, de modo que no se ponen de acuerdo y por tanto no hay. Así que lo que para uno son «terroristas» para otros son «luchadores por la libertad», lo que para unos es un «acto de terrorismo de estado» para otros es «actuaciones militares de baja intensidad» en sus manuales tácticos. (Tampoco sé hasta qué punto se puede luchar contra un problema si los implicados no pueden ni siquiera definirlo.)
Para rematar, ni los biólogos y otros científicos parecen ponerse de acuerdo en algo tan básico como ¿Qué es la vida? y la respuesta sigue siendo esquiva porque no hay una definición clara.
Es sorprendente que haya tantas preguntas sin respuesta. O más bien tantos conceptos básicos sin definir. Tal vez sería comprensible para algunas «grandes preguntas» como la de la Vida, pero no para otras tan pequeñas o simples como la de los planetas o los países. Se puede poner un límite razonable a lo de los planetas por composición, tamaño o distancia al Sol. O decir que son nueve por «razones históricas» y listo. ¡Al menos habría un número!
Me parece totalmente estúpido que la gente o los organismos supuestamente más capacitados para algo sean los más incapaces de ponerse de acuerdo para afinar algunas definiciones que respondan a preguntas sencillas, sobre todo cuando son las principales de cada tema. Sobre todo teniendo en cuenta que las definiciones, si hace falta, más adelante pueden cambiarse.