En marzo de este año Richard Slayman se convertía en el primer paciente en recibir el trasplante de un riñón de cerdo. Todo fue bien con el trasplante, hasta el punto de que apenas dos semanas después de la operación recibía el alta. Aunque a mediados de mayo se supo que había fallecido. El equipo médico ya dijo entonces que su muerte no había tenido que ver con el trasplante, pero sin explicar el motivo. Ahora sabemos que el señor Slayman falleció a causa de problemas con el corazón que ya tenía antes del trasplante.
El señor Slayman tenía 62 años y insuficiencia renal terminal. Había recibido un trasplante de un riñón humano en 2018 pero lo había rechazado al cabo de unos años. Eso lo obligaba a someterse a diálisis de nuevo desde principios de 2023. Pero tenía complicaciones con ella que lo llevaban a terminar hospitalizado cada dos semanas o así.
Así que en el Hospital General de Massachusetts (MGH) le propusieron trasplantarle un riñón de cerdo genéticamente modificado para hacerlo más compatible con un humano. El riñón en cuestión tenía 69 modificaciones genéticas llevadas a cabo utilizando la técnica CRISPR-Cas9. Además, los científicos desactivaron los retrovirus endógenos porcinos en el cerdo donante para eliminar cualquier riesgo de infección en la persona que fuera a recibir el riñón.
El riñón en cuestión – MGH
La escasez de donaciones hace que esta sea una vía interesante de cara al futuro. Aunque aún faltan años para que sean una opción común; de hecho el trasplante del señor Slayman y los otros tres citados en las anotaciones relacionadas sólo fueron autorizados al tratarse de casos extremos en los que ya no había opciones «tradicionales.»
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