Por @Wicho — 3 de febrero de 2015

Emily Flake para The New Yorker
Si conectas las ronchas se lee «Mis padres son idiotas» - Emily Flake en The New Yorker

En 2014 se ha batido el récord de casos de sarampión en los Estados Unidos desde 1994, aún cuando desde 2000 se consideraba erradicada la enfermedad en el país en el sentido de que no la podías contraer a menos que la pillaras en el extranjero.

Buena parte de la culpa de esto lo tiene el movimiento antivacunas y los padres que lo siguen, que no solo ponen en peligro a sus hijos sino también a los de los demás y a todas las personas que se relacionan con ellos:

Las vacunas funcionan y salvan millones de vidas, de eso no hay duda, pero parece que no se puede bajar la guardia, así que lo repetiremos una y mil y un millón de veces:

Lecturas recomendables por si os dan la lata con el tema: Queridos padres: os están mintiendo con las vacunas, Vacunas contra la insensatez, y El estudio de Andrew Wakefield sobre vacunas y autismo resultó ser un fraude.

Más: Viruela: cuando la mano del Hombre fue más poderosa que el puño de Dios, una historia del descubrimiento de la primera vacuna de la historia en La pizarra de Yuti.

(La viñeta, vía @jralonso3 y @deHaller; la historia de la viruela vía @_Jotavi_).

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