Por @Wicho — 4 de junio de 2016

Está haciendo las rondas un vídeo titulado You are two que habla de los síntomas que aparecen en algunas personas que han sido sometidas a una callosotomía. Estos síntomas van desde que una mano no sepa lo que está haciendo la otra o que cada una vaya a su bola a que la persona en cuestión no pueda decir el nombre de un objeto que esté viendo sólo con el ojo izquierdo y que sólo sea capaz de decirlo si el ojo derecho también lo ve, por ejemplo; también su capacidad de razonamiento se ve afectada.

Estos síntomas tienen su origen en que la callosotomía, que se usa sólo como tratamiento de último recurso para tratar la epilepsia, consiste en seccionar o cortar el cuerpo calloso, la parte del cerebro que une los dos hemisferios, por lo que hace que los dos hemisferios queden desconectados.

En el vídeo se llega a hablar de que en las personas con el cerebro dividido es como si hubiera dos mentes dentro de la cabeza del paciente, una de las cuales tiene que quedarse callada porque no tiene forma de expresarse, con lo que se pregunta quién es el «yo verdadero» en estos casos. ¿El que puede hablar? ¿O el que se ve obligado a permanecer en silencio?

Colores favoritos
¿Y si cada hemisferio cerebral tiene un color favorito tas una callosotomía?

Michael Gazzaniga, quien fue el primero en observar muchos de estos fenómenos, habla de ellos en su libro El cerebro social, en el que propone que el funcionamiento del cerebro estaría compuesto por una «sociedad» de módulos que a menudo funcionan independientemente unos de otros, aunque cuando es necesario son capaces de pasarse información sin que seamos conscientes de ello, aunque nuestro hemisferio izquierdo se encargue de verbalizar las decisiones tomadas por esos módulos, por lo general inventando explicaciones a los actos que estos módulos nos llevan a hacer.

Defiende también que no existe el libre albedrío sino que es una ilusión creada por este módulo verbalizador, y que todos nuestros actos serían perfectamente predecibles de saber cómo funcionan todos los módulos de nuestro cerebro. También dice que la necesidad del ser humano en creer en cosas como la religión viene de la forma en la que funciona -según él- nuestro cerebro y su necesidad de buscarle explicación a todo.

¿Quién eres tú?
¿Quién eres «tú»?

Esto, en mi opinión, lleva a una reflexión más profunda, que es la de si tiene sentido que hablemos de nuestro yo si este puede ser producto de la actividad de esos distintos módulos que menciona Gazzaniga…

Y es que en palabras de César Tomé

La paradoja del título surge porque asumimos que existe un yo, y solo uno, cuando eso es ilusorio, ya que solo hay actividad encefálica. La existencia del yo es una idea acientífica, aunque esto pueda sonar mucho más paradójico.

César es precisamente el ponente que cerrará Naukas Coruña neurociencia, un evento con ocho charlas de media hora sobre el cerebro, su funcionamiento y qué nos hace ser lo que creemos que somos con una charla titulada La ilusión del yo.

Naukas Coruña neurociencia se celebrará el sábado 11 de junio en el teatro Rosalía Castro. La asistencia es gratuita, pero es necesario registrarse.

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