Por @Wicho — 4 de marzo de 2024

La Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) acaba de comunicar que el telescopio espacial de rayos X XRISM (se pronuncia «crism») ha superado su fase de puesta en marcha y que con ello empieza su misión. Esta tiene como objetivo estudiar el universo en la gama de los rayos X, donde se producen algunos de los eventos más violentos que conocemos.

Para llevar a cabo su misión XRISM monta dos instrumentos, Resolve y Xtend.

Resolve es un espectrómetro desarrollado en colaboración entre JAXA y la NASA. Cuando un rayo X incide en el detector de 6 por 6 píxeles de Resolve, su energía provoca un minúsculo aumento de la temperatura. Al medir la energía de cada rayo X, el instrumento proporciona información sobre la fuente de ese rayo, como su composición, movimiento y estado físico.

Xtend, por su parte, ha sido desarrollado por JAXA. Gracias a él, XRISM tendrá uno de los mayores campos de visión de todos los telescopios de rayos X lanzados hasta la fecha, observando un área aproximadamente un 60% mayor que el tamaño medio aparente de la Luna llena. Las imágenes que obtenga complementarán los datos recogidos por Resolve.

Por decirlo así, Xtend sirve para detectar las fuentes de rayos X y Resolve mide su composición, como se puede ver en esta imagen compuesta:


Espectro de rayos X del remanente de supernova N132D en la Gran Nube de Magallanes – JAXA

La línea blanca muestra los resultados de Resolve, que dejan ver las líneas de emisión de varios iones en el rango que va de los 1.800 a los 10.000 electronvoltios (eV). Cuanto más alto el pico, mayor la emisión en la frecuencia correspondiente a ese ion. Con estos datos se pueden ver el tipo y la abundancia de los elementos, así como la velocidad del gas que los contiene. Como fondo de la imagen está N132D tal y como lo ve Xtend, aunque coloreado con los resultados obtenidos por Resolve.

El único problema es que una cubierta que protegía el detector de instrumento Resolve durante el lanzamiento y las fases iniciales de la misión no se ha abierto. Esto no impide el funcionamiento del instrumento, pero lo limita a la observación de rayos X de energía igual o superior a 1800 eV, en lugar de los 300 eV previstos. Pero mucho mejor eso que nada. Xtend montaba una cubierta similar que se ha abierto con normalidad.

La duración prevista de la misión es de tres años. Pero no sería de extrañar que XRISM aguantara más tiempo en funcionamiento.

La misión está en Twitter como @XRISM_jp.

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