Por @Wicho — 19 de marzo de 2014

El telescopio Bicep2 al anochecer
El telescopio Bicep2 al anochecer - Vía BICEP2 2014 Release Image Gallery

La ciencia avanza un poquito cada día, pero a veces, como ocurrió el pasado lunes, da un salto adelante importante.

Si se confirman los resultados publicados por el telescopio Bicep2 en el polo sur sus observaciones del fondo cósmico de microondas, el rescoldo del Big Bang, por así decirlo, suponen tres importantes avances.

Sensores de Bicep2
Los sensores de Bicep2 están diseñados para trabajar a sólo 0,25 grados por encima del cero absoluto - Vía BICEP2 2014 Release Image Gallery

El primero, confirmar la existencia de las ondas gravitacionales previstas por Albert Einstein en su teoría de la relatividad.

Estas ondas gravitacionales son una consecuencia de la teoría de la relatividad, que predice que las causan cuerpos masivos que se mueven muy rápidamente.

Cuerpos masivos como por ejemplo nuestro universo entero expandiéndose a enorme velocidad entre los primeros 10-35 y 10-32 segundos de su existencia, esto es, entre los primeros 0,00000000000000000000000000000000001 y 0,00000000000000000000000000000001 segundos de su existencia; algunos modelos estiman que en esa minúscula fracción de tiempo creció hasta 1050 veces. Un mogollón, vamos.

La detección por parte de Bicep2 de los efectos de estas ondas en el fondo cósmico de microondas, es una evidencia más de cuanta razón tenía Einstein y de lo bien que la relatividad, que está a punto de cumplir cien años, aguanta el paso del tiempo.

Pero también es un problema para los físicos, como veremos en el tercer punto de esta historia. O lo era hasta ahora, aunque me adelanto.

El segundo, que la detección de estas ondas gravitacionales es, a su vez, un apoyo más a la teoría que dice que en los primeros momentos de existencia de nuestro universo este se expandió a una enorme velocidad, que es una idea que postulan los físicos Alan Guth y Andrei Linde ya desde desde 1981.

Esa expansión, conocida como inflación cósmica, es, por ahora, la explicación más plausible que tenemos de por qué el universo es tan homogéneo en cuanto a temperatura y densidad mires por donde mires.

Una expansión ultrarrápida tendría ese efecto, y si bien multitud de modelos y datos recogidos desde que Guth y Linde la propusieron parecían apoyar su idea, es la primera vez que aparece una prueba directa de esta.

Resulta emocionante ver como Linde recibe la noticia de la detección de estas ondas gravitatorias: emocionado, pues a fin de cuentas supone un espaldarazo para el trabajo de toda una vida, pero siempre manteniendo la calma y diciendo que hay que esperar más confirmaciones de estas observaciones.

No sería de extrañar que Guth y Linde se llevaran un Nobel por esto.

Finalmente, dado que la existencia de las ondas gravitacionales es consecuencia de la teoría de la relatividad, de la física clásica, por así decirlo, mientras que la de la inflación lo es de la mecánica cuántica, los datos obtenidos por Bicep2 apuntan a que quizás por fin podamos empezar a establecer un puente entre ambas.

Y es que aunque las dos explican nuestro universo, a escalas muy grandes y a escalas muy pequeñas, respectivamente, las dos son incompatibles, al menos con lo que sabemos por ahora, con lo que la búsqueda de una gran teoría unificada que explique todo es uno de los mayores desafíos de la ciencia.

Hay mucha más información de este importantísimo descubrimiento, pendiente de confirmar, insisto, en El universo saca Bicep2 y en Por qué las primeras pruebas de la inflación del Universo son tan trascendentales, aunque yo la primera noticia la recibí gracias a la Agencia Sinc en Los físicos acarician el sueño de una teoría unificada.

Y es posible que pronto tengamos nuevas noticias en esta dirección gracias al telescopio espacial Planck de la Agencia Espacial Europea, que aunque ya ha terminado su misión aún tiene mucho que ofrecer en los datos obtenidos durante esta.

Como dicen en Cuentos Cuánticos, a veces hasta parece que podemos estar orgullosos de nosotros mismos:

De levantar la vista y ver estrellas a desentrañar el origen del universo. La humanidad, de vez en cuando hace cosas impresionantes.
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