Por @Wicho — 31 de octubre de 2018

Vista lateral del TMT

En lo que parece poner fin a un proceso legal que lleva en marcha desde 2011 el Tribunal supremo de Hawaii acaba de fallar por mayoría que el permiso de construcción del Telescopio de treinta metros (Thirty Meter Telescope, TMT), que recuperó el 28 de septiembre de 2017 después de que fuera suspendido en diciembre de 2015, es válido.

Esto no quiere decir que puedan reanudar ya las obras, pues la corporación que gestiona el proyecto aún tiene que asegurarse de que cumplen con todas las condiciones del permiso, que incorpora numerosas protecciones para causar el mínimo impacto posible en el Mauna Kea, que tierra sagrada para los nativos hawaianos.

Pero hace que ya sea prácticamente imposible que el TMT vaya a tener que moverse a su ubicación alternativa en el Roque de los Muchachos en las islas Canarias.

El Telescopio de Treinta Metros es uno de los mayores proyectos en marcha en estos momentos el campo de la astronomía. Su espejo principal, formado por 492 espejos hexagonales de 1,4 metros, será equivalente a un espejo único de 30 metros –quién lo iba a decir–, algo que con la tecnología actual no somos capaces de construir.

El tamaño de los telescopio sí es importante
Comparativa de grandes telescopios

Será el segundo telescopio más grande del mundo, sólo por detrás del Telescopio Extremadamente Grande del Observatorio Europeo Austral, antes conocido como Telescopio Europeo Extremadamente Grande.

Debido a su enorme capacidad de recoger luz y a las óptimas condiciones que existen en lo alto del mauna Kea el TMT será capaz de dar a los astrónomos la capacidad de realizar observaciones que ahora mismo son imposibles. Eso sí, con los retrasos que ha ido acumulando su primera luz no se espera ya antes de 2027.

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