Por @Wicho — 3 de marzo de 2005

Cuando me enseñaron lo que era un metro me contaron aquello de que era la longitud de una barra de platino iridiado guardada en la Oficina Internacional de Pesos y Medidas en París, que a su vez coincidía con la diezmillonésima parte de la distancia que separa el Polo Norte del Ecuador terrestres, pero con el tiempo esa definición se cambió y ahora un metro se define como la longitud del trayecto recorrido en el vacío por la luz durante un tiempo de 1/299.792.458 segundos.

Igual que sucedió con el metro, las otras unidades fundamentales del Sistema internacional de Unidades han ido cambiando su definición y ahora, por ejemplo, un segundo es se define como igual a 9.192.631.770 períodos de radiación correspondiente a la transición entre los dos niveles hiperfinos del estado fundamental del isótopo 133 del átomo de cesio (133Cs).

Ahí es "ná".

Estos cambios, lógicamente no se hicieron por fastidiar, sino porque tienen la ventaja de que hacen referencia a una constante universal, lo que elimina la necesidad de disponer de un patrón que puede ser destruido o, lo que es casi peor, no ser estable y cambiar con el tiempo.

La única de las unidades fundamentales que aún no tiene una definición de este tipo es el kilogramo, que sigue definiéndose como igual a la masa de un cilindro de platino iridiado que se guarda y cuida con todo esmero en la OIPM desde 1.889.

El problema es que con el tiempo la masa del cilindro original y el de algunas copias que se distribuyeron por el mundo parece estar divergiendo, y esto representa un grave problema, así que hace mas de 25 años que se intenta dar con una nueva definición del kilogramo que evite este problema.

La última propuesta al respecto, publicada en Redefinition of the kilogram: a decision whose time has come, sugiere basar la definición del kilogramo bien en la constante de Planck o bien en el número de Avogadro.

De esta forma, el valor del kilogramo pasaría a poder ser determinado experimentalmente y dejaría de depender el patrón original, evitando los citados problemas de divergencia entre el patrón y sus copias, y de paso proporcionando una medida más precisa que haría más precisas otras unidades que se derivan del kilo.

Esta propuesta tendrá que ser estudiada por los expertos en metrología, y de ser aceptada podría entrar en vigor en octubre de 2007.

Mientras tanto, tendremos que vivir con la incertidumbre acerca de nuestro peso ;-)

Nota para los físicos que leáis esto: ya se que masa != peso, pero el título de esta anotación me gustaba más así. [vía Wired]

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