Por Nacho Palou — 7 de Mayo de 2008

El Episodio 5: Polvo Lunar y Cinta Adhesiva de las Crónicas de Apolo que publica reguarlamente el sitio Ciencia @ NASA cuenta una anécdota ocurrida durante el paseo lunar de los astronautas del Apolo XVII.

Cinta adhesiva-en la Luna
Foto NASA

Los astronautas Gene Cernan y Jack Schmitt habían alunizado el módulo Challenger en un hermoso valle lunar rodeado de montañas, llamado Taurus-Littrow. Bajaban ya por la escalerilla y cargaban una canasta con herramientas geológicas y experimentos en su “rover lunar” hasta que Cernan rozó el vehículo; un martillo ubicado en un bolsillo de su traje lunar cayó sobre el guardabarro posterior del lado derecho y desgarró casi la mitad.

Tal y como diría y haría MacGyver Cernan afirmó: “podré arreglarlo con cinta adhesiva”. Pero del dicho al hecho hay un trecho, y la tarea no sólo no resultó nada fácil; sino que la primera versión de la reparación no fue lo suficientemente efectiva como para evitar que al circular se impregnara todo de polvo lunar.

Para los astronautas del Apolo, el polvo lunar representó una verdadera molestia. Se quedaba pegado a todo: trajes espaciales, equipo, instrumentos... Los granos, con sus afilados bordes, rayaban las placas, tapaban las juntas, cubrían de color negro las superficies y hacían imposible la lectura de los discos. Una pegajosa molestia que tuvo mucho que ver con la carga electrostática del polvo lunar [Polvo lunar en el viento].

Hay una breve película en formato QuickTime, de apenas un minuto y con audio en inglés, en la que se ve a Cernan pelear con la cinta adhesiva (que perdía su propiedad debido al polvo lunar) hasta que consigue hacer una primera reparación.

Después de aquello Schmitt, el que fuera el primer geólogo en la Luna, anticipó que el fino polvo lunar puede suponer un serio peligro. “Ese va a ser el problema ambiental más importante que tengamos que enfrentar en las misiones futuras a la Luna”, afirmó.

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