Según el Departamento de energía (de EE UU) la autonomía de los coches totalmente eléctricos ha aumentado en 65 km en los últimos seis años, desde 2011 a 2017. Esto es un 56 por ciento más.
En 2011 sólo había tres modelos de vehículos totalmente eléctricos (AEV) disponibles y sus autonomías (según la EPA) eran de entre 100 y 150 km. En el año 2017 el número de modelos eléctricos ha llegado hasta los a 15, con autonomías que van desde un mínimo de 100 km (el Smart ForTwo Electric Drive) hasta un máximo de 540 km (el Tesla Model S 100D). Entre 2011 y 2017 el alcance promedio de los coches eléctricos ha aumentado de 118 a 183 km.
Electrek considera que “aunque sin duda se trata de un aumento impresionante para un período de tiempo relativamente corto” este aumento no será nada en comparación con el que probablemente se verá en los próximos “entre dos y cuatro años:” el aumento de la autonomía hace crecer el interés del público por los coches eléctricos, lo que a su vez hace que crezcan los esfuerzos y las inversiones de los fabricantes de coches eléctricos y de baterías. Y este efecto no hace sino acelerar su desarrollo, incrementar la autonomía y reducir el tiempo de carga.
Precisamente la preocupación por el tiempo de carga ha reemplazado a la ansiedad por la autonomía en la lista de “peros” hacia los coches eléctricos. Con los avances de los últimos años (incluso descontando los que resultan demasiado buenos para ser cierto) ambos problemas quedarán en el olvido antes o después. “Es probable —dicen en Electrek— que el promedio de autonomía se duplique y llegue hasta casi los 320 km para finales de esta década”, de la cual quedan apenas un par de años. Esta mejora en la autonomía asemejaría el tiempo de carga parcial de una batería (al 80 por ciento de su capacidad) al tiempo que requiere repostar un depósito de combustible.
Vía Green Car Congress.