Por Nacho Palou — 16 de diciembre de 2016

El resto de aspectos está todavía por ver, incluyendo el diseño (el de Faraday Future corre camuflado), acabados, equipamiento, características y resto de prestaciones. Y el precio.

Se supone que el regreso a los coches eléctricos tenía que con desarrollar una alternativa más limpia y energéticamente más eficiente a los motores de combutión. Irónicamente en los últimos años la carrera de los coches eléctricos tiene más que ver con eso, con la carrera; por ver “quién es más rápido” descargando la energía almacenada en las baterías.

Como sea, los progresos son buenos e históricamente las carreras han impulsando el desarrollo de numerosas tecnologías del automóvil que antes o después se han trasladado a los vehículos de calle. De forma parecida probablemente el desarrollo de coches eléctricos sofisticados, lujosos y de altas prestaciones influirá positivamente en el desarrollo de modelos más asequibles, eficientes, seguros y fiables, y con mayor autonomía.

Casi más importante, estos coches ayudan a que el público desee un coche eléctrico y que cambie su percepción acerca de estos vehículos que hasta hace poco habían sido bastante feos y birriosos, lentos de cargar y poco útiles para viajes largos. Cada vez menos esto es así: sin más lejos esta semana Lucid ha mostrado su modelo Air, con un alcance de 650 km.

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