La Rand Corporation ha publicado un interesante artículo en el que incluye una herramienta para calcular cuántas vidas se salvarían gracias a los coches autónomos a medida que comiencen a circular por las calles y carreteras, aunque no sean necesariamente «perfectos»: Why Waiting for Perfect Autonomous Vehicles May Cost Lives (Por qué esperar a los vehículos autónomos perfectos puede costar vidas).
La seguridad no es el único factor a tener en cuenta en este tipo de vehículos, pero sí es uno de los que más se habla y que más cuestiones legales y regulatorias debe despejar.
El análisis es somero pero directo y tiene en cuenta que actualmente el 90 por ciento de los accidentes se deben a errores humanos. Se hace proyección según diversos escenarios: que los coches autónomos son «mucho más inseguros» que los conducidos por personas, «un poco menos seguros», «un poco más seguros» o «mucho más seguros» – y que van mejorando con el tiempo. Del mismo modo se calculan las fechas en las que comenzarían a llegar a las calles y suponer un porcentaje importante de los vehículos totales.
Así, por ejemplo, si en 2020 se pudieran comprar coches tan solo un 10% mejores que los conductores humanos promedio (que no son perfectos) y al cabo de 40 años el 80% de los coches fueran autónomos, hacia 2035 serían casi un 90% más seguros que los conducidos por humanos y nos encontraríamos con que en 2070 habrían salvado más de un millón de vidas – y eso sólo en Estados Unidos (donde fallecen unas 37.000 personas al año debido a factores humanos).
La «calculadora» que incluye el artículo permite variar todos estos parámetros. Así por ejemplo incluso en un escenario más pesimista en el que en 2020 sólo fueran la mitad de seguros que los conducidos por personas y necesitan 50 años para ser más seguros, hacia 2040 ya se habrían salvado bastantes vidas y a largo plazo, en 2070, medio millón.