Hace unos días Elon Musk dejó caer en Twitter que "el paquete opcional SpaceX del nuevo Tesla Roadster incluirá unos 10 pequeños cohetes alrededor del coche. Esos cohetes mejoran considerablemente la aceleración, la velocidad punta, los giros y la frenada."
El objetivo último es que el nuevo Tesla Roadster "supere con creces a los deportivos de gasolina en todas las métricas de rendimiento, sin excepciones" y coronar así a los eléctricos puros como líderes en velocidad y rendimiento.
En un eléctrico no se oirá el rugido del motor (o sí, con efectos de sonido), pero probablemente podrá perdonarse cuando se enciendan los cohetes. No tanto por el sonido como por el supuesto efecto, ya que los cohetes no funcionarían quemando comburente sino liberando aire comprimido.
En el mismo hilo Musk cuenta rápidamente cómo en 1999 tuvo que elegir entre comprarse una casa o comprarse un McLaren F1, y eligió el McLaren. Este episodio también se relata en el libro Elon Musk, el empresario que anticipa el futuro, y probablemente viene a cuento como recordatorio de que Musk es capaz de tomar la decisión menos sensata —o la menos sensata para el resto de los mortales— porque sí.
Vía SlashGear.
