Sergio Marchionne, el jefe de Ferrari, afirmó que un Ferrari eléctrico era un concepto obsceno, lo cual no ha impedido que unos tíos de California conviertan un Ferrari 308 GT en un coche eléctrico.
El Ferrari 308 GTS de 1978 había sufrido un incendio en el motor original V8 debido a una fuga de combustible. Eric Hutchison compró lo que quedaba del coche por diez mil dólares y se asoció con su amigo Michael Bream para convertirlo en un vehículo eléctrico.
El proceso de rescate y la conversión eléctrica del Ferrari se puede ver en el canal de YouTube de Electric GT.
La versión eléctrica más que duplica la potencia del modelo original, alcanzando los 465 CV. Este aumento de potencia (desde los 200 CV que daba el motor de combustión de 2,9 litros, V8) hizo necesario reforzar elementos mecánicos y de la transmisión del Ferrari, lo que incluyó (¡tachán!) recurrir a un transeje de Porsche para digerir la potencia eléctrica y de soportar el aumento de peso debido a las baterías.
Aunque el Ferrari conserva la palanca de cambios de manejo manual, al ser un coche eléctrico no tiene un caja de cambios equivalente.
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