El peor coche del mundo es una afirmación que no se puede hacer a la ligera, pero considerando que este Hoffmann de 1951 corre el riesgo de volcar sólo con mover el volante estando parado y con el motor apagado pues igual algo de ‘malo’ sí tiene.
Eso sí, no deja de ser curioso y este microcoche alemán de la posguerra —de la época de los Isetta o los Messerschmitt— tiene el mérito de haber llegado hasta nuestros días, así que igual por algún motivo no es el peor del mundo — aunque sólo sea porque alguien se molestó en conservarlo por algún motivo.
En Jalopnik, What It's Like To Drive The Worst Car Ever Built.