Por Nacho Palou — 3 de septiembre de 2015

Coche-Autonomo-Google-Lexus

En Encounter with the Google car today..., ciclista vs. coche autónomo,

Estos días anda por mi barrio un coche autónomo de Google y hoy he coincidido con él en una doble intersección con señales de stop. Como el coche llegó al stop antes que yo él tenía la prioridad, así que mantuve en equilibrio la bicicleta para esperar a que el coche pasara.

El vehículo aparentemente detectó mi presencia y se quedó inmóvil durante unos segundos; finalmente el coche comenzó a avanzar pero en ese momento la bici se me movió unos centímetros mientras yo mantenía el equilibrio sobre ella. El coche se detuvo de inmediato.

No avancé y él tampoco avanzó. Al poco el coche comenzó a moverse otra vez, justo cuando yo moví un poco la bici para mantener el equilibrio. El coche se detuvo bruscamente.

Repetimos este pequeño ritual durante unos dos minutos en los que el coche nunca llegó a entrar en la intersección. Dentro de él, dos hombre se estaban partiendo de risa mientras aporreaban el teclado de un portátil, supongo que intentando ‘explicarle’ al coche cómo debía lidiar con esa situación.

Lo curioso es que a pesar del chocho que liamos en todo momento me sentí más seguro frente al coche autónomo de lo que me habría sentido si al volante del coche hubiera estado una persona.

Así que el coche autónomo no cruzó la carretera porque el ciclista andaba haciendo equilibrios sobre la bicicleta en lugar de poner un pie en el suelo —y detenerse del todo. Definitivamente los ciclistas y los motoristas disfrutaremos de lo lindo circulando entre coches autónomos.

Vía Digital Trends.

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