El eternauta. Guión de Héctor Germán Oesterheld. Dibujos de Francisco Solano López. ISBN 978-84-9847-394 . 368 páginas, blanco y negro.
Una madrugada el propio Héctor G. Oestherheld está en el cuarto de trabajo de su casa en Buenos Aires cuando lo sobresalta un crujido de la silla en la que suelen sentarse quienes vienen a visitarlo y a hablar con él, pero su sorpresa no hace sino ir en aumento cuando un hombre se materializa delante de él sentado en esa silla.
El eternauta se materializa en el estudio de Oestherheld
Este hombre se le presenta como el eternauta, antes conocido como Juan Salvo, un navegante del tiempo y viajero de la eternidad que le pide que le permita descansar un poco en su casa para poder seguir adelante con su búsqueda.
Ante la lógica extrañeza de Oestherheld y antes de que este le rechace, el eternauta se ofrece a contarle su historia, historia que comienza una fría noche de invierno en la que, como de costumbre, estaba reunido con tres de sus vecinos jugando a las cartas.
De repente oyen un ruido en la calle y se va la luz. Extrañados, miran a través de la ventana y ven que está cayendo una especie de nieve fosforescente que pronto descubrirán que mata por contacto, aunque por fortuna, al estar la casa herméticamente cerrada debido al frío reinante ellos por el momento están a salvo.
Gracias a una radio a pilas pronto descubren que el fenómeno no se circunscribe a Buenos Aires sino que está sucediendo en todo el mundo y que los muertos se cuentan por miles de millones, aunque la radio pronto deja también de funcionar.
A partir de ese momento, y gracias a la iniciativa de Favalli, comprenden que tienen que prepararse para lo peor y encontrar alguna forma de poder salir a buscar más provisiones, ya que no tienen ni idea de cuanto puede durar esa nevada mortal, y estar listos para enfrentarse si es necesario con otros supervivientes, ya que pronto se impondrá la lucha por la supervivencia individual.
Enfundado en su traje hermético Juan Salvo camina por una avenida de Buenos Aires bajo la nevada mortal mientras comprueba la magnitud del desastre
Pero cuando ya tienen eso más o menos solucionado recibirán una nueva sorpresa al descubrir que esa nevada no es sino el primer paso de una invasión alienígena que pretende adueñarse del planeta.
A partir de ahí se sucederán distintas peripecias de los protagonistas intentando huir de los invasores e incluso enfrentándose con ellos en algunas batallas, hasta el momento en el que Juan, su mujer y su hija, huyendo de los invasores, se meten en una de sus naves y activan un dispositivo llamado cosmo esfera.
Esto hace que Juan termine en el «continum 4», uno de los infinitos planos espacio-temporales que existen, apartado de su mujer y su hija, que probablemente estén en otros continum, y que a partir de entonces salte de un lugar a otro en el espacio y en el tiempo en una búsqueda que no sabe si alguna vez tendrá fin, de forma similar a la de los protagonistas de Quantum Leap o más recientemente Journeyman.
El eternauta, que fue publicado en la revista semanal Hora Cero entre 1957 y 1959, tiene una conclusión en este volumen que no voy a «spoilear».
Pero además ha tenido una nueva versión publicada en 1969 creada por el propio Osterfeld y Alberto Breccia, una segunda parte mucho más politizada creada por Oestherheld y Solano, que se dice que puede haber tenido mucho que ver con la desparición del primero durante la dictadura militar en Argentina por esta carga política, e incluso una tercera parte creada por otros autores tras la muerte de Oestherheld y en la que Solano apenas participó dibujando las caras de un par de personajes.
También hay multitud de historias protagonizadas por Juan Salvo o algún otro de los personajes de la saga relacionadas con la historia original, pero que en muchas ocasiones no son coherentes entre ellas, e incluso existen algunas más no publicadas por problemas de derechos de autor.
Y tras años de rumores al respecto en mayo de este mismo año la cineasta Lucrecia Martel confirmaba que aceptó el ofrecimiento de dirigir la película de "El Eternauta" y que se encuentra trabajando en la realización del guión.
En cualquier caso, la historia original es considerada por muchos uno de los momentos cumbres del cómic argentino, no solo por la historia en sí -hay que recordar que está escrita hace más de 50 años- sino porque como todo buen cómic admite más de una lectura y distintas interpretaciones, lo que le da mayor riqueza.
En definitiva, una obra absolutamente recomendable que todo aficionado al cómic y a la ciencia ficción debería leer, y más ahora aprovechando que vuelve a ser fácil de encontrar gracias a la edición del 50 aniversario publicada por Norma Editorial.