El ojo de la mente fue un plan B de George Lucas para continuar la saga de Star Wars en modo bajo presupuesto en el caso de que la primera película, Una nueva esperanza, fracasara en taquilla.
La historia había sido escrita por Alan Dean Foster, quien ya antes había novelizado el guión original del Episodio IV. Esta secuela alternativa continuaba la historia prescindiendo de Han Solo y de Chewbacca y también de buena parte de los costosos efectos especiales vistos en la primera parte al eliminar las batallas entre naves,
En [El ojo de la mente] Luke Skywalker, que continúa al servicio de la Alianza Rebelde, debe acompañar a la princesa Leia a una importante reunión diplomática en el cuarto planeta de la estrella Circarpo Mayor. Sin embargo una tempestad de energía les obliga a aterrizar en el inexplorado planeta Mimban. Allí conocerán a la hechicera Halla, poseedora de un fragmento del Cristal de Kaibur, un talismán legendario al que se le atribuyen poderes extraordinarios. Juntos, lucharán por conseguir reunir los fragmentos del cristal y acabar con las minas de energía que las fuerzas imperiales han instalado en el planeta.
Pero como el primer episodio de Star Wars fue un éxito el plan de bajo presupuesto se descartó para el cine. El ojo de la mente se publicó como novela en 1978, mientras que la saga cinematográfica continuó el plan original con la producción de los episodios V El Imperio contraataca (1980) y VI El retorno del Jedi (1983).
El resurigir de este episodio alternativo, que se publicó también como novela gráfica en 1996, tiene que ver con que al parecer se recuepran algunos elementos de esa historia en Rogue One: Una historia de Star Wars — caso del planeta Jedha o los cristales kyber usados por los Jedi y por los Sith para construir sus sables de luz.
Vía Culturaocio.
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