Por @Alvy — 10 de Febrero de 2007

Cuando los corredores de la prueba de Maratón han recorrido unos dos tercios de la prueba sufren un dramático cansancio. Ese monumental obstáculo físico que suele describirse como formidable y de apariencia insalvable suele aparecer alrededor del kilómetro 30 y se conoce como «el muro». La existencia del «muro» tiene que ver con el agotamiento de las reservas de glucógeno de los atletas: las 2.000 kilocalorías que una persona puede almacenar se consumen con el esfuerzo de la primera parte de la prueba. La llegada del «muro» coincide con el momento en el cual el cuerpo pasa al modo «quemar las reservas de grasa» sin que haya otra opción física para poder seguir corriendo más que esa. Quemar grasa requiere más esfuerzo que consumir glucosa, de ahí que sólo los mejor preparados superen «el muro». (Fuente: El muro de los 30 kilometros en maraton.es)

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