El controvertido mundo de la «extensión de la vida» mediante técnicas criogénicas, donde algunas empresas ofrecen congelar a la gente cuando ya está muerta, confiando en «revivirlos» dentro de unas cuantas décadas o siglos, no es nada barato: el precio para criogenizar un cuerpo completo son 150.000 dólares (unos 125.000 euros). Eso sí, para quien no ande muy bien de pasta por lo de la crisis también ofrecen una «variante más económica» en la que se congela sólo el cerebro, por unos 65.000 euros. A estas empresas no les gusta mucho que la gente piense en ellas como en neveras llenas de cabezas a lo Futurama, y de hecho sólo guardan los cerebros «de la forma menos lesiva posible» tras lo que denominan «neuroseparación». Bonus: Y no, Walt Disney NO está congelado.
Computo, ergo sum
