Por Nacho Palou — 4 de junio de 2012

En una cámara anecoica no sólo no se oyen ruidos del exterior, sino que además suelos, paredes y techos absorben gran cantidad del sonido que se produce en su interior: la voz se convierte en un susurro y es difícil oír a una persona hablando con un volumen de voz normal a poco más de un metro de distancia.

La cámara anecoica de Orfield Laboratories es considerado uno de los lugares más silencioso que existen. Tanto que "puedes escuchar el latido de tu corazón e incluso sonidos de tu oído interno. Y hasta el ruido que emite la pantalla del teléfono móvil" [...] muchos de los que la visitan sufren alteraciones en la percepción y molestias en la vista porque tanto silencio altera los sentidos.

Fuente: A room so quiet no one can stand it for more than 45 minutes.

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