Ni más ni menos que siete millones de niños «desaparecieron» en Estados Unidos de un día para otro, el 15 de abril de 1987. Hasta a finales de los 80, si se declaraba que había menores en la familia, había una exención fiscal en la declaración de la renta. En 1987 obligaron a incluir el número de seguridad social de esos niños en la documentación, algo que no había sido necesario hasta entonces. Al día siguiente de expirar el plazo de la declaración de la renta, el 15 de abril, millones de niños desaparecieron de todas las estadísticas del censo de población a todos los efectos: la gente dejó de defraudar declarando «hijos fantasma» como había estado haciendo hasta entonces para ahorrarse unos dólares. (Fuente: Freakonomics.) Actualización: Según otro economista, los niños «desaparecidos» fueron en realidad cinco millones y no siete, y además dos volvieron a «reaparecer» al año siguiente, tal vez porque los padres no tenían sus números de seguridad social en el momento de hacer la declaración a toda prisa (era un dato que nunca se había pedido antes). Más sobre esto al final de la reseña del libro.