Cuando te despiertas y te resulta absolutamente imposible moverte pero al mismo tiempo oyes lo que pasa a tu alrededor, percibes olores, funciona tu sentido del tacto, e incluso puedes ver si tienes los ojos abiertos, estás siendo víctima de la parálisis del sueño. Esta imposibilidad de realizar movimientos voluntarios es algo perfectamente normal que se da siempre que soñamos y sirve como mecanismo de defensa del cuerpo para evitar que conviertas los sueños en movimientos en el MundoReal™ y te puedas hacer daño, y aunque por lo general no somos conscientes de ello, a veces es posible sufrirla estando consciente, algo que es muy común y le ha sucedido al menos una vez en su vida a prácticamente la mitad de la población, aunque no por normal e inofensiva es menos agobiante. Es como si tu mente ya se hubiera despertado pero tu cuerpo todavía no. (Que recuerde, la he sufrido al menos en dos o tres ocasiones; descubrí que tenía nombre vía Javi Moya.)