Por Nacho Palou — 17 de mayo de 2016

Why Do Old Books Smell So Good? explica el origen del olor a libro, especialmente el particular olor tan propio de los libros viejos,

El papel se compone de pasta de madera, por lo que tiene gran cantidad de compuestos orgánicos. En concreto el papel tiene una gran cantidad de celulosa que está formada por moléculas de glucosa y lignina, otro polímero orgánico complejo que se encuentra en las células vegetales. Con el tiempo estos compuestos químicos reaccionan a la luz, a la temperatura y a la humedad del entorno y se comienzan a descomponer, liberando compuestos orgánicos volátiles (COV) que se convierten fácilmente en vapores o gases y se mezclan con el aire. Hay diferentes tipos de COV, de modo que el «olor a libro» varía dependiendo del fabricante del papel.

Además de los componentes orgánicos del papel, el olor a libro también tiene que ver con la tinta, la pintura, los adhesivos o cordeles y otros elementos usados en el encuadernado. Por ejemplo, si el libro emana un aroma floral es debido probablemente a la presencia de 2-etilhexanol, un tipo de alcohol orgánico con ese olor característico.

El olor de los libros antiguos también difiere del olor de los libros modernos al variar las técnicas y los químicos utilizados para su fabricación. Tal y como se explica en el vídeo, los COV y el olor de un libro son de hecho variables utilizadas por científicos e historiadores para datar libros antiguos o para deducir episodios de su historia, por ejemplo si han estado expuestos a la humedad o al humo.

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