Por @Wicho — 13 de Julio de 2006

Existe la creencia de que si una rayo cae en un coche a sus ocupantes no les pasa nada porque la goma de los neumáticos actúa como aislante, aunque en realidad al alcanzar el coche el rayo ya lleva recorridos varios kilómetros a través del aire, un medio bastante menos conductor que la goma, con lo que en realidad esta no tiene ningún efecto apreciable, ya que el rayo puede saltar de la carrocería del coche al suelo sin ningún problema.

Lo que sirve de protección -y no es total- a sus ocupantes es que la carrocería del coche, siempre que sea metálica, actúa como una especie de jaula de Faraday, manteniendo la carga eléctrica en su exterior.

Compartir en Flipboard Publicar / Tuitear Publicar